Septiembre: mes de la euforia

Ciudad de México /

El ritual de entrega al Congreso del sexto informe de gobierno fue una estampa nítida del ánimo dominante en estos días.

Ayer la exaltación de las emociones en el Palacio de San Lázaro alcanzó niveles eufóricos. Un acto protocolario que debía haber sido sobrio, moderado y republicano abrazó la romería del triunfo.

Aplica aquí la sentencia de Raymond Aron: estamos ante un momento en que “los sentimientos importan más que las palabras.”

Lo que debió haber sido un evento dedicado a honrar la muy democrática obligación de rendir cuentas se convirtió en un pase automático para la celebración sobrada de las responsabilidades del gobierno.

Con ello el Congreso abdicó a su papel como órgano responsable de ejercer control y contrapeso. En los hechos presenciamos el fin de la separación de poderes ordenada por el artículo 40 de nuestra Constitución.

También se renunció a vivir en una República representativa: en el discurso pronunciado no cupo una sola vocal, ninguna consonante que reconociera la diversidad del país. Únicamente tuvieron boleto para participar en el ritual quienes se asumen como parte de la erupción volcánica.

De plano la oposición fue arrojada a las sombras, con todo y su 44 por ciento. En unas cuantas semanas pasó de perdedora a ser tratada como inexistente.

Habrá que prepararse para experimentar el pensamiento sin pliegues ni matices. El país ha dejado ser laico porque una nueva religión política se apoderó de lo público.

Que las minorías y las disidencias se guarezcan. Como en el discurso de ayer, no habrá la más mínima consideración para los derrotados.

Se les depreciará por anticlimáticos y aguafiestas y la Bastilla les aguardará antes de cerrar sus puertas.

Así será recordado este mes de septiembre: eufórico, radical y definitivo; torrente de endorfinas metidas al acelerador de partículas; fundación del México por venir, a la vez incierto e irreversible.

Zoom: será bajo este estado de ánimo particularmente exaltado que se debatirá y votará la Constitución naciente: la Carta Magna de la cuarta transformación.


  • Ricardo Raphael
  • Es columnista en el Milenio Diario, y otros medios nacionales e internacionales, Es autor, entre otros textos, de la novela Hijo de la Guerra, de los ensayos La institución ciudadana y Mirreynato, de la biografía periodística Los Socios de Elba Esther, de la crónica de viaje El Otro México y del manual de investigación Periodismo Urgente. / Escribe todos los lunes, jueves y sábado su columna Política zoom
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