Parece relato de Jorge Ibargüengoitia, pero redactado por su peor enemigo.
Primer capítulo: la fiscal Verónica Hernández Giadáns infiere la existencia de una intrincada conspiración de talla nacional para asesinar a René Tovar, un candidato que ya cadáver triunfó en un municipio costero de Veracruz, desconocido para la inmensa mayoría.
Segundo capítulo: el presidente Andrés Manuel López Obrador acusa públicamente a Omar Ramírez Fuentes de ser el responsable del asesinato:
“Acabamos de resolver … Uno de los posibles involucrados … era su jefe de campaña para quedarse él como candidato y ganar”.
(¿Por qué el mandatario habla en plural? ¿Él y quién más resolvieron? ¿Además de la fiscalía autónoma participaron en la investigación la presidencia de la República y el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García?
Según esta versión Omar Ramírez habría coordinado la campaña de René Tovar hasta convertirlo en el candidato favorito de Cazones de Herrera. Sin embargo, frío y calculador, treinta y seis horas antes de que abrieran las casillas envió un convoy de sicarios para que le arrebataran la vida.
El malévolo Ramírez habría contemplado que Tovar, como el Cid Campeador, iba a ganar de cualquier manera y también que él se apropiaría de la victoria.
En esta página la narración hace bostezar al lector, pero luego se pone peor.
Tercer capítulo: cinco meses después la fiscal Hernández detiene a otro sujeto. Se trata de José Manuel del Río Virgen, el secretario técnico de la Junta de Coordinación Política del Senado, cargo destacadísimo dentro del Congreso de la Unión. Además, es el brazo derecho del senador más influyente de la República, Ricardo Monreal, y amigo de Dante Delgado, fundador de Movimiento Ciudadano.
Cuarto capítulo: por si faltaran integrantes para este complot universal, Delgado añade a Miguel Ángel Uribe Toral a la lista de sospechosos. Se trata del actual munícipe de Cazones, el tercero en la malhadada línea sucesoria.
Zoom: Verónica Hernández Giadáns está conduciendo esta investigación de forma pésima y desaseada. No hay literatura más mala que la que se inventan los políticos, ni procuración de justicia peor que la que se pone al servicio del poderoso.
@ricardomraphael