I
Son las nueve de la noche de un viernes, empiezan las vacaciones de verano y acabas de pedir una pizza grande y un refresco; en la televisión está por comenzar Pete y Pete y cuando termine pondrás el Super Mario World en el Nintendo, todo es perfecto… Pero en su lugar está la Nana Fine y con ella las trompetas del Apocalipsis.
Podría comenzar así una columna, entre cortes de calor y olas de agua y no ayuda imaginar que el calor que sentiste ayer es el frío que vendrá mañana.
Y pudiera seguir así, como si hubiera nacido en el lugar equivocado, en el tiempo equivocado, en el género literario equivocado, haber estudiado en la escuela equivocada, tener los amigos equivocados y comenzado las relaciones equivocadas. El trabajo equivocado.
II
O podría comenzar así, despertando de un letárgico momento en medio de un camión con las luces intermitentes en un lugar desconocido, con el frío que se cuela de algún lado y el olor a fresco que rara vez encuentras en cualquier parte de Torreón.
En alguna parte de las primeras temporadas de los Soprano, Tony dice que ni la mafia o Hollywood sufren ni sufrirán de recesiones y defiende su negocio como eterno. Apenas comenzaba el nuevo milenio.
III
O podría comenzar así, siendo una persona real o falsa entrelazada en un fragmento de la Velocidad de la Cosas de Rodrigo Fresán, que a veces trata sobre una persona real y en otras ocasiones sobre una persona falsa que fue primeramente falsa de la mano de Kurt Vonnegut.
Como aquella película de la Ciencia del Sueño de Michel Gondry y Gael García, cuando las películas sin sentido tenían algo de sentido y a la gente le daba ganas de tener sexo cuando veían filmes así, y no ahora que son shows asexuales, porque dan vértigo, dan mareos, dan ganas de sentir que hay un vacío que la próxima película llenara, y no lo hará.
IV
O la columna podría comenzar así, como personaje de Knives Out, la canción de Radiohead que también dirigió Michel Gondry y trata de una pareja en cíclicos y terribles momentos durante un viaje donde se clavan dagas en el cuerpo sin parar, pero no mueren y sólo reviven una y otra vez.
Dentro de las cosas importantes de las cosas menos importantes está la urgente necesidad en el cine y el alarido de ayuda por David Lynch, que vuelva, que haga una larga producción, que produzca un filme con gritos y alaridos de Laura Dern de nuevo, porque nada tiene sentido e ir al cine o hablar de cine es de sin duda, algo importante dentro de lo menos importante.
V
O mejor comenzar así, un 7 de marzo de 2020, de nuevo son las 9 de la noche de un viernes y tienes una pizza y un Yeti lleno de hielos, porque eres una hoja de árbol que flota en un río de agua mineral Topo Chico y la pandemia nunca cuajó, sólo fue una persona con un resfriado durísimo pero inofensivo, a final de cuentas.
O mejor comenzar en el momento más erótico del cine moderno, donde eres un músico de jazz casado con Patricia Arquette y de repente recibes una llamada que te dice que Dick Laurent está muerto.
O mejor nunca comenzar y hablas con la persona más extraña de la fiesta y te dice que mientras hablas con él en persona también se encuentra en tu casa y lo confirmas llamando.
roberto.carson@milenio.com