X (Equis)

  • Tren Misterioso
  • Roberto Carson

Monterrey, Nuevo León /

No quiero ser mala onda, pero tampoco me interesa ser bueno. Sin embargo, a pesar de ser un extremo mediador del karma, una cucaracha ahogada apareció una mañana en mi taza favorita de café y lo recibí como un acto divino.

De un tiempo acá ha sido una semana de incesantes noticias que apelan a un remix curioso de emociones, pero ninguna más aterradora que el meme que dice “cómo que estoy más cerca de un encuentro alienígena que de comprar una casa”.

Otra más tétrica es la que supone que Televisa volvió a la cumbre de la gracia milenial con el reality de la Casa de los Famosos y ambos son tan directos y verídicos como el filo de un cuchillo sobre tibia mantequilla.

¿Es el mejor momento para estar vivos? Las buenas y malas noticias, o mejor dicho las pesimistas y las optimistas cubren el rango de informar y luego pasan a la momentánea eternidad del meme, la anécdota, el mensaje reenviado que dura lo que tiene que durar en nuestra memoria y en la de nuestros teléfonos.

Y cuando menos se espera, el miedo al no retiro de mi generación o la tristeza por la prematura muerte de alguna celebridad rubia se concentra en el odio favorito: hacia la mujer.

Una cantante que desconocía, pero que fue presentada en compañía del hate de moda, lanzó comentarios desatinados aunque personales, sobre el picante y la comida mexicana y los resultados tomaron la forma de un látigo severo, todo porque ella no sabe que mentir es abrir la puerta de la paz.

Las celebridades de antes ya estaban listos para la fama, preparados, atosigados en la carrera por dinero corriente, pero preparados para dar ternura de niños y dar lástima de grandes, pero siempre monetizando alguna emoción, como los memes de julio (Julio).

La muerte de Sinead O’Connor evocó en mí la primera vez que observé con detalle el odio exacerbado hacia las rebeldías de una mujer, que en comparación a cualquier otro género, nunca se olvida, pero en cuestiones de este tipo soy más inexperto que cualquier otra opinión.

Cuando Mariana Enriquez defendió a otra mujer por sus pensamientos anti progresistas también fue orillada a cerrar aquella red social que conocíamos como Twitter, pero ahora es una esfinge para adorar lo errático de un hombre con poder o de acordarse de X, la banda punk de Los Ángeles liderada por una mujer. Así que hay dos equipos.

Ahora, no voy a desperdiciar la oportunidad de hablar de mi actual obsesión por Mariana Enriquez y como Nuestra Parte de Noche está acaparando gran parte de mis noches y cuando le escribí un mensaje sobre lo mucho que me está gustando su libro me respondió con un corazón negro, tan negro como el café pasado que ya había dejado una figura de cucarachita en mi taza favorita de café. 

roberto.carson@milenio.com

Twitter/ Threads

Más opiniones
MÁS DEL AUTOR

LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.