Si tuvieran que elegir a un animal representativo de Tampico, ¿cuál sería? Seguramente la mayoría se decantará por la nutria, la jaiba y el cocodrilo. Pero, ¿hay respuesta correcta? Analicemos caso a caso.
Podríamos zanjar la discusión argumentando que el animal representativo de Tampico es la nutria pues está en el escudo de la ciudad. Sin embargo, de 20 años para acá, la nutria pasó de ser parte del paisaje local a un animal completamente ajeno a las nuevas generaciones.
Y es que entre la contaminación y las redes de pesca, casi hemos acabado con ellas. Tan es así, que ver una nutria hoy en Champayán es casi como ver una vaquita marina en el Mar de Cortés.
La buena noticia es que, a diferencia de la vaquita marina, la nutria no está amenazada, por lo que la posibilidad de reintroducirla a nuestros cuerpos de agua no resulta descabellada del todo. Y menos, considerando que con su regreso podrían ayudarnos a combatir al pez diablo y de paso, a recuperar nuestro origen como “lugar de perros de agua”.
El cocodrilo, en cambio, es un animal con el que las nuevas generaciones de tampiqueños se sienten más familiarizados. En primer lugar, porque crecimos viéndolos en nuestros paseos domingueros por la laguna. Y recientemente porque cada vez que un cocodrilo sale a las calles, termina como meme en Facebook o en grupos de WhatsApp.
Es tal la importancia que los cocodrilos han cobrado en la identidad cultural del tampiqueño durante los últimos 20 años que: les apodamos cariñosamente Juanchos; les construimos una estatua; llevamos a nuestras visitas foráneas a conocerlos; los hicimos pan de dulce; los plasmamos en nuestro arte urbano y hasta les trajimos a Steve Irwin para que les hiciera un episodio de “El Cazador de Cocodrilos”.
La jaiba es otro animal al que le debemos mucho. De hecho, los últimos 100 años de la identidad cultural de los tampiqueños no podrían entenderse sin ellas. ¡Es más, me atrevo a decir que tenemos una sana obsesión con ellas! Y es que a pesar de que están distribuidas por toda la costa oriental de América (con excepción de Canadá y el sur de Argentina) los tampiqueños hemos asumido su potestad. No por nada desde mediados del siglo XX nos autodenominamos el puerto jaibo y nos hicimos llamar jaibos. Por si fuera poco, bautizamos al equipo local de futbol profesional como la Jaiba Brava.
¿Y de dónde nació tanto amor? ¡Pues de la cocina! Las jaibas, naturales y rellenas son de los tesoros más preciados por los tampiqueños. Lamentablemente, hoy el mote del puerto jaibo nos ha quedado grande. Las hemos depredado de tal forma que, si hoy queremos disfrutarlas, tenemos que traerlas de otras partes del país.
Entonces, ¿cuál animal representa al puerto? En mi opinión, no hay respuesta correcta. Lo cierto es que algo estamos haciendo mal. Mientras que a nivel global la nutria y la jaiba no están en peligro de extinción, en Tampico, donde decimos admirar ambas especies, estamos a punto de exterminarlas a causa de la contaminación y depredación.
Me cae de a madre que si la población de cocodrilos se ha incrementando en Tampico durante los últimos años, no es mérito nuestro sino de ellos. Si sobrevivieron al meteorito que acabó con los dinosaurios, que no sobrevivan a los tampiqueños.