El pasado viernes, en Sesión de Cabildo, votamos a favor de ampliar el Programa de Obra Pública 2021 con recursos provenientes del FAIS por una aproximado de $3,500,000 pesos.
Un buen amigo Regidor, militante de MORENA, trató de convencer al Ayuntamiento de Tampico de votar en contra de que dichos recursos se asignaran a pavimentación para que, en su lugar, se reparara la fuga del dique El Camalote.
Pareciera una propuesta sensata si consideramos que, según los expertos, para finales de marzo nos quedaremos sin agua en caso de que no se de mantenimiento al dique. Pero ni es la solución, ni los $3,500,000 pesos representan más del 5% del dinero necesario para repararlo.
Además, ni los municipios ni los estados están facultados para desviar los cauces de los ríos. ¡Y qué bueno porque sería un caos a lo largo y ancho del país! Es el Gobierno Federal el que, desde una perspectiva nacional, planea y ejecuta tales obras de infraestructura hidráulica.
Por eso a principios de 2020 el Consejo de Instituciones Empresariales del Sur de Tamaulipas (CIEST) solicitó una reunión con funcionarios de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) en la que intentaron transmitirles, sin mucho éxito, el sentido de urgencia de reparar el dique.
Haciendo gala de una iniciativa ejemplar para septiembre de 2020 el CIEST había donado a CONAGUA el proyecto ejecutivo de la obra. La intención era que, respaldándose en dicho documento, la CONAGUA solicitara ante el Fondo Nacional para la Prevención de Desastres Naturales $35 millones de los $70 millones necesarios para dar mantenimiento al Camalote. Por su parte, el Gobierno del Estado se comprometía a poner los $35 millones restantes.
Lamentablemente en octubre de 2020 los Diputados Federales y Senadores de MORENA desaparecieron los fideicomisos, incluido el Fondo Nacional para la Prevención de Desastres Naturales, porque hacía falta dinero para los caprichos delirantes de su líder:
- Cancelar el Aeropuerto de Texcoco ($331 mil millones)
- Construir el Aeropuerto de Santa Lucía ($82 mil millones)
- Construir Dos Bocas ($322 mil millones)
- Construir el Tren Maya ($190 mil millones)
Aún así, Erasmo González, Diputado Federal por Ciudad Madero y Presidente de la Comisión de Presupuesto, aseguró que los $35 millones por parte de la federación no sólo están etiquetados sino que garantizados. Lo cierto es que, al día de hoy, se siguen fugando 15 mil litros de agua dulce por segundo. Y peor aún, el nivel del agua está a 43 cm y las bombas no pueden operar por debajo de los 20 cm.
Por eso, cuando el citado Regidor de MORENA intentó convencer al Ayuntamiento de Tampico de votar en contra de asignar dichos recursos a pavimentación para dirigirlos a la reparación del dique, le sugerí respetuosamente que mejor hablara con los Diputados Federales y Senadores de su partido para que aceleraran sus gestiones ante la CONAGUA y comenzaran la obra de una vez por todas.
Y es que no podía quedarme callado pues, una Sesión de Cabildo atrás, también había intentado convencer al Ayuntamiento de Tampico de votar en contra de adquirir la Casa Fernández; un hermoso edificio histórico con ubicación privilegiada y a precio de oportunidad, que a muy a su pesar se convertirá en el próximo Museo de la Ciudad. ¿Cuál era su contrapropuesta? Utilizar esos recursos para atender a pacientes con COVID.
Pareciera que, ante la incompetencia del Gobierno Federal, MORENA Tampico pretende que el Ayuntamiento se ponga a construir diques y surtir hospitales. Si no les ponemos un alto, al rato van a querer que los elementos de Protección Civil Municipal le den mantenimiento a los transformadores de la CFE.
FINAL FELIZ
En el sur de Tamaulipas nada nos gustaría más que un final feliz para esta historia.
Ver en los próximos días a la CONAGUA coordinando los trabajos de reparación del dique; ejecutando los $35,000,000 con los que dicen contar y los $35,000,000 que se comprometió a aportar el Gobierno del Estado.
O incluso, por qué no, una vez que la federación y el estado aporten la mayoría, entonces sí hablar de que los gobiernos municipales de Tampico, Madero y Altamira aporten otro tanto.
Que El Camalote se convierta en un ejemplo tangible de política de altura; de cuando los tres niveles de gobierno, independientemente de sus filias y fobias, logran dejar de lado los intereses partidistas para poner por encima el interés general.