La crianza compartida es algo en lo que más hombres se están involucrando, desde ciudadanos hasta príncipes. Un ejemplo de ello es el cambio de pañales, tarea que antes sólo realizaba la mujer y que hoy es una responsabilidad de ambos.
En 2019, Guillermo, el príncipe de Gales, a través de la organización Future Men instruyó a padres primerizos a cambiar el pañal de un bebé. Esto cambió el paradigma británico.
En 2016, en Estados Unidos, Barack Obama lanzó la Ley de Baños Accesibles en Cualquier Situación, que obligaba a los edificios públicos federales a tener cambiadores para bebés para ambos sexos. Nueva York fue la primera ciudad en implementar la medida en el periodo de Bill de Blasio.
En 2018 Donte Palmer, un papá estadounidense fue a un restaurante de Jacksonville, Florida, pero no había cambiadores. Aún así cumplió la tarea en cuclillas. Él compartió su foto e inició una campaña con la etiqueta #SquatForChange. Y su mensaje decía: “¡Este es un post serio! ¿Qué problema hay con tener cambiadores en el baño de hombres? Es como si no existiéramos.”
Recientemente mi amiga Sophia compartió que su esposo pasó por lo mismo, ya que los cambiadores de la mayoría de lugares sólo están en baños de mujeres.
En enero de 2023 en la Ciudad de México la organización Papá Alfa recolectó firmas para promover la modificar la Ley de Establecimientos Mercantiles en México. Por otra parte en Nuevo León, Raúl Lozano, legislador del PVEM, propuso la instalación de cambiadores en los baños de lugares públicos, adicionando una fracción IX Bis al artículo 91 de la Ley Estatal de Salud. Asimismo en Sonora se impulsó esta medida. Y finalmente, la diputada panista Lilia Olivares propuso por ley la implementación de cambiadores de pañales en los baños de hombres de establecimientos públicos y privados así como las dependencias de Gobierno.
Actualmente muchas marcas están a favor de brindar espacios a ambos padres, y es que como decía la campaña de Black & Beech “limpiar el trasero de los bebés no es un trabajo sólo para las madres”.
Ciertamente se necesita legislar, pero por sentido común todos los espacios deberían tener cambiadores si queremos un mundo más igualitario.