Influencers y escorts

Puebla /

No es novedad que en México aún se estigmatiza a las mujeres que son influencers de contenido sexual y a las escorts.

Independientemente de su profesión y de que estemos o no de acuerdo con la forma en que obtienen su dinero, son mujeres con derechos, pero las cifras de homicidios de éstas revelan que la sociedad mexicana lo ha olvidado.

Recientemente, Cindy Elizabeth Hernández Pérez, mujer de 36 años, mejor conocida como la Barbie Regia, fue asesinada de forma violenta en su propio departamento, el pasado 4 de octubre. Pero lo más impactante es que ella no ha sido la primera.

En 2017 algunas chicas que trabajaban en el sitio web Zona Divas (portal de citas) fueron encontradas muertas. Llama la atención que eran jóvenes y extranjeras. Entre ellas la venezolana Kenni Mireya Finol, de 26 años, quien en vida publicó vídeos denunciando amenazas de muerte de su ex novio, y que fue encontrada asesinada con signos de tortura (ácido en el rostro y asfixia).

Una situación similar vivió la compañera de trabajo de Kenni Mireya, nos referimos a la modelo y escort argentina Karen Ailen Gradzniski, quien también estuvo relacionada con la ex pareja de Finol y fue asesinada en un hotel de la Ciudad de México en 2017. De ella Netflix sacó una serie, pues en vida Karen fue activista y participó en actividades humanitarias.

También tenemos el caso de Laura Cristina, joven colombiana de 31 años, quien en sus redes sociales abiertamente ofrecía sus servicios. Ella llegó en 2018 a nuestro país, vivía en una zona exclusiva de la Ciudad de México y en 2019 fue hallada muerta por su trabajadora doméstica en su departamento.

Pero en Puebla también ha habido casos de violencia contra escorts, recordemos que en 2021 dos poblanas (madres solteras) fueron atacadas sexualmente por sus clientes en el Motel Faraón de la capital.

Gracias a que una de ellas pidió ayuda al personal del establecimiento, lograron escapar y denunciar a sus agresores Roberto N. y Alfredo N., uno de ellos fue identificado posteriormente por otra mujer, que lo acuso de violación sexual.

Todas ellas tenían necesidades económicas y fueron asesinadas con violencia, es urgente no olvidarlas y retomar el respeto del derecho a la vida.


  • Rosario Portillo
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