'Stop' al 'lovebombing' 'bye' al 'ghosting'

Puebla /

Los memes hoy son el reflejo de muchas cosas que vivimos a diario, y justo leí uno que nos escupe a la cara todo lo que atraviesan las mujeres actuales y dice así:

“Chicas, me hizo lovebombing, y después me ghosteó ya ahora me hace orbiting, ¿qué hago? ¿breadcrumbing o benching?

Y es que es real, hay hombres que delante de su círculo social tratan a su pareja como la mejor del mundo, la presumen y le hacen sentir soñada, es decir hacen lovebombing, que no es otra cosa que bombardearla de “amor” desmedido, uno que dan y luego de la nada: quitan. O peor aún, que después de un intercambio de palabras y afectos cortan lazos de forma radical y desaparecen, cometiendo el famoso ghosteo.

Alertas porque el lovebombing y ghosteo también son formas de manipulación. Y es que muchos creemos en las palabras pero si éstas no son respaldadas por acciones, no sirven.

Actualmente hay chicos y chicas que practican breadcrumbing, es decir van dejando migajas de amor. Primero muestran interés constante hacia otra persona, pero para nada quieren formar una relación seria o comprometerse emocionalmente.

Y lo anterior no se juzga, porque muchas personas por no sentirse solas van dejando migajas emocionales a otros, quienes les corresponden con amor o amistad verdadera.

Pero lo real es que quien lo ejerce no tiene responsabilidad afectiva. Y quien lo recibe no puede soltar a esa persona que no está disponible, ya sea porque tiene problemas familiares, va saliendo de una relación, tiene pareja o simplemente no dice que no le gustas tanto.

Existen personas que ya ni interés tienen en el otro, pero siguen en contacto para manipular y obtener beneficios, esto último es el benching.

La mayoría de seres humanos no son conscientes de que son expertos en lovebombing, breadcrumbing o benching, porque incluso ésto pudieron aprenderlo inconscientemente en el seno familiar. Aún así las chicas y chicos tendríamos que aprender que: las violencias, tengan el nombre de moda que tengan, causan múltiples daños y nunca es tarde para ponerles un alto o decirles adiós.


  • Rosario Portillo
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