Han cerrado una puerta desde dentro, pero estamos nosotros, todas y todos, para abrir nuevas puertas desde fuera. No olvidar cómo nos apropiamos y se construyó un andamiaje jurídico, administrativo e institucional para garantizar los derechos fundamentales de acceso a la información (DAI) y protección de datos personales: una labor desde fuera, desde la sociedad frente al poder público.
Se perdió una batalla muy importante, anunciada desde hace tiempo; pero no la guerra, porque los sujetos soberanos de los derechos que están en juego somos nosotros, y somos más que dos. Un decreto, menos este que elimina instrumentos para el ejercicio libre de nuestros derechos fundamentales, no los anula. No olvidemos que, como derechos fundamentales, son imprescriptibles, inembargables, indelegables.
Ante esta coyuntura, no es momento de lamentos, ni recriminaciones. Es el tiempo de ser creativos para abrir otras puertas y ventanas; creatividad colaborativa, con diálogo y apertura. Retomar los pasos andados para construir, de la periferia al centro, de afuera hacia dentro, de abajo hacia arriba. En cada uno de nosotros, en lo individual y colectivo, está el cimiente y la garantía.
¿Qué hacer, en particular, Jalisco con un legado irrenunciable?
Explorar e imaginar diseños jurídico-institucionales ante las condiciones constitucionales en proceso legislativo. Hasta ayer, catorce legislaturas locales habían aprobado la desaparición del INAI y 32 órganos garantes (ver: https://bit.ly/3VlLzc3) y con la urgencia legislativa que caracteriza a la actual Legislatura federal, esta semana quedará consumado el desmantelamiento institucional.
Apertura y diálogo social. Sin miedos ni temores, retomar lo que tenemos, como el Sistema Estatal Anticorrupción del Estado de Jalisco, que podría asumir facultades y funciones del órgano garante, así como el personal (capital humano y cualificado). ¿Qué tal un Sistema Estatal de Transparencia y Anticorrupción de Jalisco?
Si bien aún falta armonizar la ley general de transparencia a la reforma constitucional, las leyes sobre protección de datos personales y de archivos, donde podrían abrirse posibilidades jurídicas para un nuevo andamiaje o establecer candados que limiten el ejercicio soberano de los estados.
Desde las instituciones, como el ITEI y su Consejo Consultivo, el Sistema Estatal Anticorrupción de Jalisco con sus instituciones e integrantes, el Congreso del Estado, pero sobre las y los ciudadanos, en lo individual y colectivamente (Observatorio Legislativo, Jalisco Cómo Vamos, CIMTRA, periodistas, por citar algunos), las universidades, para diseñar y construir nuevos mecanismos e instrumentos que posibiliten la garantía y promoción del DAI y protección de datos personales.
¿Quién le entra a la apertura de puertas?