Arrancó la cuenta regresiva. Días claves en México son los que siguen. Crucial será la conformación final de la Cámara Diputados del Congreso de la Unión a través de la asignación de diputaciones por el principio de representación proporcional (RP), los llamados plurinominales, esos que en la boleta electoral estaban inscritos en el reverso de la boleta y por los cuales votamos al seleccionar un partido o combinación de coalición en la parte frontal.
¿Por qué es importante esta conformación? Sencillamente porque con la asignación de diputaciones de RP o plurinominales, que son 200 de 500 que conforman la Cámara de Diputados, sabremos no sólo qué fuerza política o fuerzas aliadas tendrán la mayoría simple, necesaria para sacar o aprobar por si solas leyes nuevas o reformas a leyes secundarias, sino qué fuerza política o fuerzas políticas aliadas podrían tener por sí solas la mayoría calificada, es decir las dos terceras partes (333) de los 500 votos de integrantes de la Cámara para aprobar reformas constitucionales.
La “repartición” de esas 200 diputaciones está entre las atribuciones que tiene el Instituto Nacional Electoral (INE), que en voz de su Consejera Presidenta, Guadalupe Taddei Zavala, se hará con base en lo establecido en la Constitución y la ley, así como en el acuerdo del Consejo General aprobado el 7 de diciembre de 2023 (INE/CG645/2023. Ver acuerdo: https://bit.ly/4dLk9mK).
Será con base en la votación válida recibida por cada partido político en cada una de las cinco circunscripciones y por ende en cada una de las cinco listas que registraron, pero previamente se aplicará el criterio de “afiliación efectiva” del o la persona que en la lista resulte merecedora de una curul bajo el principio de RP.
En este último punto, podría estar la clave y el entuerto, pues bajo el supuesto de que van en coalición, candidaturas de un partido pudieron haber sido registradas como candidatura bajo un siglado de partido sin ser miembro efectivo o estar afiliado a él. Al respecto, traigo el caso de la elección en Tlaquepaque del pasado 2 de junio en la elección local: con base en los resultados de cómputos y fallo del Tribunal Electoral del Estado de Jalisco hasta el momento, la persona triunfadora es reconocida y asumida como de Morena, pero en el “siglado” registrado en la coalición, la candidatura corresponde a Futuro.
Se perfila que la decisión en el INE, a resolverse esta semana, la fuerza política coaligada como “Sigamos Haciendo Historia”, a través de sus partidos podría alcanzar la mayoría calificada. ¿Por qué esta semana? Porque el 29 de agosto próximo, a las 11:00 horas, deberá realizarse la sesión constitutiva de la Cámara, para que inicie funciones el 1o. de septiembre siguiente. Los días previos, las y los diputados de la LXVI Legislatura deben recibir de la Secretaría del Congreso sus credenciales que los acreditan como legisladores y legisladoras.
Si el INE no resuelve la asignación de diputaciones por el principio de RP en los próximos días, no les dejaría margen a quienes sientan o consideren afectación en sus derechos políticos-electorales para acudir ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
La configuración de la Cámara de Diputados, más que la de Senadores (donde también se asignarán, pero de una sola lista de 32 senadurías por el mismo principio de RP), y sobre qué fuerza política configure mayoría calificada, será fundamental para las reformas constitucionales que el Ejecutivo federal presentó el pasado 5 de febrero ante la Cámara de Diputados (cámara de origen), con las que se plantea un cambio en nuestro sistema de justicia, del sistema político-electoral, así como del ejercicio y garantía de derechos fundamentales establecidos en el artículo 6º Constitucional: derecho a la información, derecho de acceso a la información, derecho a las telecomunicaciones y radiodifusión, al acceso al Internet y banda ancha; así como al acceso, rectificación, cancelación y oposición (ARCO) a datos personales.
La Legislatura saliente (LXV), apresurada por “sacar” las iniciativas del Ejecutivo federal, ha dictaminado la mayoría de estas. El próximo jueves, se prevé, discuta y apruebe el dictamen de reforma al Poder Judicial (que implica más que la elección de personas ministras, magistradas y juzgadoras). Es una reconfiguración, por no decir “limpia” de la actual integración del Poder Judicial, el bastión o baluarte que resta en la República podría quedar capitulado frente a los cambios puestos sobre la mesa.
Claro, lo que la Legislatura saliente está haciendo (aprobación de dictámenes) deben pasar por otro tramo legislativo: presentación ante el pleno de la Cámara de Diputados para su discusión y aprobación, remisión a la Cámara de Senadores (cámara revisora), aprobación de Legislaturas locales (aún somos una república federal), la publicación en el Diario Oficial de la Federación para que entren en vigor o aplicación, y la armonización de leyes secundarias en cada materia.
Y a todo esto, ¿dónde está Jalisco? Para su entender, por ejemplo, la reforma constitucional en materia del Poder Judicial (como lo será en materia político-electoral y de órganos constitucionales autónomos) deberá replicarse en cada entidad federativa. O sea, purga escalonada al Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Jalisco (STJEJ), desaparición del Consejo de la Judicatura para configurar un Tribunal de Disciplina Judicial, elección popular de magistraturas y personas jueces en todo el estado; y para ello, armonización de la Constitución local y creación de leyes particulares, más todo lo operativo y económico (gasto público) que ello implicará.
¿Qué sucede? ¿Creen que todo lo anterior no pasará en el Congreso de la Unión o, de plano, sólo esperarán quienes decidirán a que les digan qué, cómo y cuándo hacerlo?
Uno que otro hacedor de Jalisco del siglo XIX, así como otros del siglo XX, voltearían su rostro con pena ajena.