Contra todos los pronósticos, en Ciudad de México no existe una convergencia negativa e intensificada de crisis de seguridad y de atención a la emergencia sanitaria: los delitos de alto impacto se han reducido, en promedio diario, alrededor de 40 por ciento; los saqueos que se asomaron hace siete semanas se contuvieron contundentemente y, en lo que va de mayo, se han desarrollado operativos diseñados con base en información de inteligencia en zonas de colonias vinculadas a generación de violencia y que han golpeado puntualmente a diversos organismos delictivos de alta peligrosidad.
La violencia de género y familiar detonó un esquema de coordinación ciudadana, local y federal que ha llegado incluso a ser integrado como modelo de atención y visibilización por la ONU Mujeres.
En los últimos 40 años la seguridad en la capital nacional ha tenido muy pocos momentos en que coincidan positivamente percepción y realidad. Los hubo al finalizar la gestión de Andrés Manuel López Obrador en 2006, así como en la de Marcelo Ebrard en 2012.
Para llegar a ello debió resolverse el asunto complejo y combinado del liderazgo al frente de la dependencia correspondiente; la calidad de la organización administrativa y de recursos humanos, así como el espíritu de cuerpo asociado a la dignidad individual y colectiva, con la cual, cada titular de lo que ahora es la Secretaría de Seguridad Ciudadana podía inspirar a una de las policías más complejas de América Latina.
Desde el día uno la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, ha mostrado tres elementos adicionales que pueden hacer destacar la seguridad y diferenciarla de otras entidades e incluso preparar las condiciones para que, al finalizar el segundo año de esta gestión, se alcancen niveles de aceptabilidad generalizada de resultados y mejor percepción.
Ellos son: 1) una disciplina férrea y cotidiana para revisar los temas temprana, oportuna y personalmente; 2) una visión programática y de conjunto basada en diagnóstico y apoyada por una sensibilidad social y personal que da flexibilidad a la coordinación de su proyecto y disposición a correcciones oportunas y, 3) algo central a todo liderazgo: una capacidad de reclutamiento y de promoción de personas apropiadas que puedan, de acuerdo a su naturaleza y perfil profesional, entregar resultados incluso en escenarios complejos en los que, como sucede ahora, pudieran converger una trifacética crisis que incluye elementos económicos, urgencia sanitaria y de detonación, y aumento de algunos delitos durante ese mismo complejo contexto.
Por supuesto, entre los evidentes desafíos a la vista está la disminución del fraude y la extorsión que tanto en CdMx como en todo el país son los delitos más frecuentes y están entre los menos reportados; el aminoramiento de la violencia familiar y de género, doblemente visibilizada después de las movilizaciones del #8M y #9M, —especialmente crítico es reducir las violaciones y el feminicidio asegurando castigos severos y sentencias en contra de los responsables—; la interacción de las autoridades, la vigente emergencia sanitaria y el establecimiento de la vigilancia de respuesta apropiada por parte del Ministerio Público, donde ya ha realizado avances la fiscal Ernestina Godoy con el esquema de actuación directa con apoyo digital ampliado a principios de mes; el fortalecimiento de sistema judicial, la actualización del sistema penitenciario y lo que puede ser rescatado de la lógica debatible de la reinserción de personas que han recobrado su libertad en un escenario de desigualdad social.
De la gestión que ha encabezado Sheinbaum impulsando el asertivo liderazgo de Omar García Harfuch destacan varios operativos muy relevantes.
En una mixtura dinámica de operación e inteligencia policial, el pasado 22 de octubre con la intervención en Peralvillo 33 se iniciaba una sistemática persecución de organizaciones como la que casi impunemente hasta ahora se había impuesto en Tepito: por primera vez se desmantelaban en ese sitio dos laboratorios de cocaína y anfetamina.
En Tlalpan atraparon a Colocho, también conocido como Colombiano o Colombo; en febrero al Viejón, del Cártel Jalisco Nueva Generación, en la colonia Santa Fe; detuvieron a los autores materiales de la privación de la libertad, violación y homicidio de la niña Fátima en una serie de intervenciones que revela la capacidad y determinación de movilidad concertada con otras entidades y autoridad pero dirigida y sustentada básicamente por la SSC.
En la colonia Barrio 18, El Guerrerense, responsable de extorsiones a comercios en Xochimilco, fue abatido; el 2 de abril detuvieron a El Frontón, que distribuía drogas en la Magdalena Contreras. En las últimas dos semanas ha habido 28 cateos en las alcaldías Miguel Hidalgo y Tlalpan con 80 detenidos.
Apostemos y contribuyamos mediante la denuncia para que mayo sea un mes que permita la consolidación de la tendencia de capacidad operativa, inteligencia y legalidad.
* Presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de CdMx.
@guerrerochipres