Super Bowl: aguacate, fentanilo y langosta

Ciudad de México /

En el emparrillado se disputan la gloria por un trofeo de plata y un anillo de oro o platino con diamantes. Afuera del Mercedes-Benz Superdome de Nueva Orleans se desarrolla otro Super Bowl, en su primer cuarto.

Quedan 25 días de partido, de los 30 pactados entre México, Estados Unidos y Canadá para definir aranceles y tiempos extra.

En su rol de mariscala, la presidenta Claudia Sheinbaum colocó en el juego elementos equilibrantes en la discusión sobre seguridad, migración y comercio. Los cárteles y el fentanilo no son solo producto nacional; crecieron ante la demanda del país con mayor adicción del mundo. Mayoritariamente fueron armados con instrumentos estadunidenses.

Del otro lado del terreno, el presidente Donald Trump aplica la sentencia del legendario Vince Lombardi: “Ganar no lo es todo, es lo único”. No les costará el muro humano. Pagan en México. Se modera provisionalmente, sin excluir el riesgo contra la estabilidad comercial, la inflación, el deterioro de su clientela electoral al interrumpirse las cadenas de suministro, encarecer la proveeduría y toda mercancía.

El futuro depende de la capacidad para enfrentar los desafíos con visión y cooperación. Ofensiva y defensiva. La conquista de la opinión pública en el estadio trinacional, como en el Super Bowl, requiere estrategia, coordinación y ejecución precisa. Arrebatos demagógicos y equilibrios soberanos, en el péndulo de una cancha donde Donald Trump parece haber sido superado por Claudia Sheinbaum. El recogebalones, aguador, Justin Trudeau, no es más útil a su corriente política que el vergonzoso rol de quien entrega sin que le pidan. Su salida está más próxima que la mafia de las langostas en Canadá.

Al ovoide: esconderlo, interceptarlo, arrebatarlo. Trudeau enfrenta doméstica criminalidad en la región del Atlántico, donde la langosta representa un mercado multimillonario debido a la alta demanda global. La rentabilidad ha atraído redes criminales de pesca furtiva.

En Estados Unidos, el consumo de fentanilo deja un promedio anual de 70 mil muertes, un recordatorio de la demanda como el motor letal. Algo evolucionó, llegaron a ser hasta 110 mil decesos por año.

El primer cuarto del Super Bowl trinacional reveló capacidad y serenidad de Sheinbaum, aplaudida tanto por la oposición como por el sector empresarial; “liderazgo, inteligencia y fortaleza en la defensa de la dignidad y la soberanía de México”, definió la jefa de Gobierno de la CdMx, Clara Brugada. Pertinente aceleración del programa brandeado como “Hecho en México".

Unos 250 millones de aguacates nacionales a la fiesta dominical, según la Asociación de Productores y Empacadores Exportadores, se consumirán en el Super Bowl LIX entre los Jefes de Kansas City y las Águilas de Filadelfia. Aguacates, vocablo que designaba prehispánicamente a los testículos, aunque hoy es tiempo de ovarios, si se me permite la expresión.

Nos la jugamos con aguacate, fentanilo y langosta.


  • Salvador Guerrero Chiprés
  • "Presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la CDMX. Curso Liderazgo y Efectividad Gubernamental, Los Desafíos de México, en John F. Kennedy School of Government, Harvard, enero de 2006. Doctorado obtenido en el Departamento de Gobierno De La Universidad de Essex, Inglaterra, 2004. Maestría en Comunicación por la Universidad Iberoamericana, UIA. Licenciatura en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM (Ciencias de la Comunicación), generación 1980-1983."
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