Tiznadera extenuante

Ciudad de México /

A la tiznadera. A esa voz prontos y dispuestos respondieron.

Algunas personas apadrinadas, como Lilly Téllez por Andrés Manuel López Obrador en 2018, prometieron valores, juraron Constitución y virtudes duraderas menos visibles que las habilidades aguzadamente histriónicas; otros, como quienes después de haber sido gobernadores controvertidos, entre ellos Alejandro Moreno o el multialudido Adán Augusto López Hernández, conocen de huracanes reputacionales y de impunidades menos naturales, ciertamente vinculados antes o después al PRI y a preguntas sin respuesta.

Veloz dispersión del tizne arrojado al ventilador. Contra viajeros internacionales reconocibles por los turistas mexicanos traviesos y dolosos con capacidad elemental de detectar la contradicción entre Benito Juárez y el consumo de Prada. Sistemático ataque a las inconsistencias visibles de figuras de Morena, con excesos inadmisibles contra su privacidad y espacio familiar.

Extenuante tiznadera. El adjetivo es de Andrés Manuel López Beltrán en premisa justificatoria del terapéutico viaje a Japón. El sustantivo, del ex secretario de Gobernación, sedicente ignorante de las presuntas actividades delictivas de los últimos 27 años de un ex secretario de Seguridad ahora prófugo.

Las vacaciones de Ricardo Monreal en Madrid o de Mario Delgado en Portugal, la colección de relojes y joyas del diputado Sergio Gutiérrez y su esposa, la legisladora Diana Barreras. La y el político siempre carga con tizne, aunque se lave las manos en agua bendita después de robar las limosnas para la Virgen del pueblo, la de Guadalupe. La mera morena.

La “tiznadera” es ensuciar o dejarse ensuciar; es acumular hollín por omisión o comisión. Malintencionada o autoinfligida distrae del enorme esfuerzo positivo de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien acumula méritos mientras enfrenta al toro del norte, cabalga entre riesgos contra la seguridad en diversas regiones del país, enfrenta desafíos macroeconómicos y diseña estrategias para recuperar eficacia donde el gobierno de López Obrador sembró cambio sin claridad respecto de la eficiencia, sello de la mandataria o, en el caso de Clara Brugada, jefa de Gobierno, incansable y a quien su gabinete apenas puede seguirle el paso.

Tiznadura agobiante o bruma de confusiones, insultos, odios, venganzas dedicadas al daño moral. Con y sin delitos, existen las grietas del discurso o las cañadas de la desilusión.

Desde Octavio Paz, “la chingada” es la sufriente madre. “La acción corrosiva e infamante implícita en el verbo que le da nombre”, por extensión, la “chingadera”, es acción desencadenante de infamias. Una “tiznadera” en el cambio de régimen. Y una “tiznadera” hipócrita de paparazzis moralistas metidos en la vida privada hasta de una familia con menores de edad.

Inquietante la inconsistencia de algunos pobladores del convento cívico.


  • Salvador Guerrero Chiprés
  • Dr. Salvador Guerrero Chiprés Coordinador General del Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano (C5) de la CDMX. Ex presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la CDMX. Doctor en Teoría Política por la Universidad de Essex, Inglaterra. Estancia postdoctoral en Harvard sobre liderazgo e instituciones públicas. Maestro en Comunicación Política por la Universidad Iberoamericana. Licenciado en Comunicación por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, y en Derecho por la Facultad de Derecho, ambas por la UNAM.
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