Recientemente la figura de J.K. Rowling vuelve a estar en disputa por la llamada cultura de la cancelación, si bien existen otros ejemplos donde se ha cancelado masivamente a alguna figura pública, en este espacio no se busca ahondar en un caso, sino más bien invitar a la ciudadanía a reflexionar sobre este fenómeno. No se pretende “cancelar” la cultura de la cancelación (válga la redundancia), sino invitar a la población a analizar un poco más de qué trata esta ola masiva que, para algunas figuras intelectuales trasciende el debate y la crítica argumentativa y raya, más bien, en un irracional acto punitivo.
De acuerdo con múltiples analistas del tema, la cancelación es un fenómeno propio de redes sociales que se caracteriza porque se “viralizan” respuestas emocionales intensas y cuyo propósito es mas bien el castigo a través de veredictos absolutos (bueno/malo, blanco/negro).
Personalmente considero que puede ser un instrumento poderoso cuando se han cerrado todas las puertas para acceder a la justicia, pero también es una herramienta que se maneja con algoritmos y muestran solo lo que queremos ver.
Se dice que la cultura de la cancelación no tiene un propósito “correctivo” (¿?) sino de anulación, exhibición, boicot.
Aunque cada persona debe hacerse responsable de lo que dice, el ejercicio crítico como ciudadanía es comprender el tema que está en disputa, si hay una trascendencia política, jurídica, filosófica, teórica detrás de un posicionamiento o de un hecho.
El asunto se vuelve candente, emocional y volátil cuando se entra en controversia por los derechos humanos (incluyendo la libertad de expresión), si bien la cultura de la cancelación tiene un foco importante; el hartazgo hacia gente intocable que cree que puede hacer y decir lo que quiera.
Sin embargo, también pueden cometerse exacerbaciones sobre situaciones sobre las cuáles la gente tiene poca o nula referencia y meter en la misma bolsa de la cancelación a Kevin Spacey y Chris Brown con una J.K. Rowling (cuando los debates detrás de ello son diferentes).
En el tema de derechos humanos estamos ante un asunto que se encuentran en continua evolución dentro de la jurisprudencia, y por ello debemos comprender que no todas las “cancelaciones” parten de lo mismo.
Pero, ¿Qué hacer cuando las personas ya emitieron su juicio y dieron un veredicto sobre temas que desconocen y creen que es justo/injusto?, ¿El fin justifica los medios? ¿Los medios justifican el fin?
@IncideFemme