Guadalupe Taddei Zavala es ahora la primera mujer presidenta del INE. Ha sido servidora pública desde 1986, cuya trayectoria se ha desarrollado entre el INEGI, el Instituto de Transparencia y el IFE, hoy INE.
Sin embargo, los medios de comunicación, al menos los que tienen mayor financiamiento para posicionar sus ideologías, han sacado notas solo en referencia a las supuestas afinidades políticas, hecho que le atrajo amenazas partidistas.
Hasta ahora, nadie ha comentado si su trayectoria ha sido cuestionable, nadie ha dicho si tiene las credenciales para ejercer ese liderazgo, si sus proyectos dentro de las instituciones donde ha colaborado han causado impacto social, cultural y electoral; si ha impulsado el avance feminista para que las mujeres ocupen cargos de poder dentro de las instituciones por las que ha transitado, etc.
No, todo se ha centrado en su relación con los hombres.
Si bien, el procedimiento de insaculación por el que ha llegado al máximo cargo del INE puede o no gustarle a ciertos sectores, su experiencia laboral no ha sido el eje de las disputas a su alrededor.
Las inconformidades están a la orden del día, el único bastión y bandera por el que la oposición ha sido constante en los últimos años ahora no les gusta.
Nadie va a defender férreamente a Guadalupe Taddei por medio de movilizaciones, gorras, playeras y mensajes alusivos, ahora todo ese movimiento “pro INE” amaga en su contra.
Cuando Norma Piña, actual presidenta de la SCJN, asumió el poder, justo por sus supuestas afinidades políticas fue defendida ampliamente por los mismos medios que hoy cuestionan a Guadalupe Taddei.
La presidenta del INE, al igual que la titular de la SCJN, merece el voto de confianza por su trabajo y desempeño no por politiquerías.
Basta de seguir denostando o cuestionando a las mujeres por su relación con los hombres, como si los hombres titulares de cargos públicos no tuvieran sus propias afinidades o fueran neutrales y merecedores de ser defendidos.
Cualquier obstáculo (que no sea legítimo) e impida a Taddei ejercer su derecho, es una forma de violencia política.
@incidefemme