A principios del año pasado tuve una gira de trabajo en Texas, y parte de la agenda era una visita guiada a la Gigafactory de Tesla, en Austin. Durante el recorrido platicamos con los directivos de la empresa sobre la gran cantidad de materia prima y piezas de sus autos que ya eran producidos en Nuevo León. El aluminio, el vidrio, componentes y hasta el cerebro, es decir, las computadoras de los autos, se hacían ya en Nuevo León. En ese momento pensé en voz alta: “Si todo eso se hace en Nuevo León, ¿por qué no tenemos una planta allá?”. Allí nos contaron que estaban buscando un lugar para poner una nueva Gigafactory y que nuestro estado estaba en el radar. Como bien sabemos hacer en Nuevo León, nos pusimos a trabajar para ponernos primeros en la lista.
No era un reto sencillo, varios países del mundo estaban en la competencia, incluso otros estados de México estaban haciendo sus gestiones. El interés del mundo era comprensible, hablamos de la Gigafactory más grande del mundo, de una inversión millonaria, de una gran cantidad de empleos directos e indirectos, y del impulso que dará a empresas locales al incluirlas en la cadena de valor.
Pero nosotros estábamos pensando en algo más, quizá más importante, en futuro. Así como hace algunos años las empresas más importantes del mundo tecnológico como Apple, Facebook, Ebay, Nokia y Yahoo llegaron a Silicon Valley y crearon el clúster más importante del mundo en cuestión de tecnología, en Nuevo León estamos haciendo la transición para evolucionar de la industria tradicional a la industria de futuro, desarrollo tecnológico, verde. Empresas que tienen esta misma visión ya están en nuestro estado: Noah, Quanta, Brembo, Vertiv, Yanfeng, AGP Glass y ZF Group, por mencionar algunas.
En octubre de 2022, Elon Musk visitó Nuevo León por primera vez. Llegó con botas y sombrero, con una actitud desenfadada, sencillo, abierto, al estar frente a él no parecía que estaba hablando con el hombre más rico del mundo. Nos subimos a un helicóptero para hacer un recorrido por varias zonas del estado. Sobrevolamos las plantas de Ternium y Kia y se sorprendió cuando le contamos que tenemos la planta de Lego más grande del mundo porque es fan. Al pasar por La Huasteca quedó impresionado por las montañas, se tomó selfies y videos. Nos acercamos al terreno donde podría instalarse la planta. No estaba contemplado bajar al terreno, pero le gustó tanto que nos hizo aterrizar para verlo. Y ahí, frente a nosotros, señalando la zona, le dijo a su jefe de construcción: “La quiero aquí. Buy it, buy it, buy it”. Hasta sus directivos estaban impresionados con su reacción.
La idea original era una visita corta, pero Elon se quedó a cenar y aprovechamos para mostrarle una foto de la línea exclusiva que tiene Tesla en nuestra aduana Colombia. Le emocionó porque no hay ninguna otra en el mundo. Incluso sugirió que ahí podía hacer su experimento de cruzar un camión driverless (sin conductor) por primera vez en una frontera. Cuando se despidió nos dijo: “Me tengo que ir porque el martes compro Twitter y tengo que leer catorce volúmenes”. Al poco tiempo empezó a llegar el equipo legal, estuvieron aquí unos meses y, en diciembre, me dijeron que el Board of Directors había dado el sí y que la fábrica venía a Nuevo León.
Durante todo el 2022 estuvimos en comunicación con el gobierno federal, en varias ocasiones comenté el tema con el presidente Andrés Manuel López Obrador y con el canciller Marcelo Ebrard. Sobre todo, en la recta final del proceso, cuando ya todo estaba prácticamente cerrado, me concentré en enviar fichas técnicas al Presidente para disipar cualquier duda. Hicimos todo el trabajo que nos tocaba y tuvimos el respaldo del gobierno federal y, afortunadamente, el 1 de marzo se dio el anuncio oficial en el marco del Investor Day. Tesla llegará a Nuevo León, y es solo el primer paso en el objetivo que nos pusimos para convertirnos en el hub de electromovilidad más grande de Latinoamérica.
Quiero cerrar con una reflexión: estamos viviendo en el siglo de la tecnología y el mundo, con o sin nosotros, va a seguir avanzando. Nuevo León le está apostando con todo a esta revolución. Que Tesla llegue a Nuevo León nos consolida como la puerta de entrada del futuro a nuestro país, porque esto que estamos viviendo en Nuevo León va a beneficiar a todo México, es para todo México.
Estoy seguro que esto que estamos viviendo en Nuevo León se va a extender a todo México, porque esta es la fábrica de automóviles verdes más grande del mundo y se abrirá en nuestro país, pero no debe ser la última. Podemos albergar muchas otras industrias y empresas que invierten en futuro. Me enorgullece que Nuevo León sea punta de lanza, pero les aseguro que esto solo es el principio de lo que puede venir para México. Si seguimos por este camino, lo mejor todavía está por venir. Y ese es el nuevo reto que todas y todos debemos asumir.
*Gobernador de Nuevo León