La guerra política que desangra Tamaulipas

Monterrey /

La violencia desangra a Tamaulipas debido a la ineptitud y negligencia de las autoridades políticas del estado. ¿Te queda claro o te lo explico de otra manera? Porque otra vez quieren vendernos el cuento de la responsabilidad absoluta de las todopoderosas organizaciones criminales, cuando las verdaderas razones apuntan a los vientos de cambio político que soplan sobre Reynosa, Laredo y otras cabeceras municipales determinantes para el andamiaje socioeconómico de la región.

¿A qué me refiero? Donde estuvo el PAN ahora gobernará Morena y el blindaje para Cabeza de Vaca se cayó a pedazos junto con la derrota electoral en su ciudad (Reynosa), la pérdida del Congreso y parte de las diputaciones federales que se esfumaron.

Dentro de esta coyuntura partidista, me llama mucha la atención y por eso dudo de una casualidad postelectoral; la impunidad con la que un grupo paramilitar ingresó a cinco colonias y masacró a 15 personas en una cuadrícula urbana que debía estar protegida por un complejo de seguridad en el que se invirtieron 300 millones de pesos en los últimos años. ¿Por qué no se utilizaron los dos helicópteros y su grupo SWAT permaneció acuartelado?

Perdón, ¿dije paramilitares? Sí y no me confundí. Grupo de civiles que llegó a Reynosa a desestabilizar la plaza y que los comunicados oficiales venderían como una célula del cártel del Golfo, grupo criminal que ¡oh sorpresa! durante este periodo que Cabeza de Vaca fue gobernador nunca se les había señalado de manera tan enfática y pública.

Entonces, ¿qué está pasando realmente? ¿La violencia es inherente a las pugnas entre cárteles o hay algo más? Para responder correctamente te debiera agregar que los más de 500 millones de pesos que se gastaron en instalaciones de seguridad en Reynosa y Laredo no aportan nada a la región y siguen dependiendo de los campamentos del Ejército y una escueta presencia de la Guardia Nacional.

Sobre esta base de argumentos, ahora agreguemos la enraizada presencia de los Zetas como fuerza monopólica en Nuevo Laredo y las ramificaciones del cártel del Golfo desde Reynosa hasta Matamoros y Victoria para el control de hidrocarburos, armas y migrantes

Malandraje que tenemos años nombrando y se volvió tan cotidiano mencionarlo que hasta normalizamos una violencia que está de la chingada. Razón principal por la que los políticos también acuden a ella cuando quieren tapar sus huellas (masacre de Camargo) o embarrar la cancha para joder a la oposición (caso actual vs Morena).

Moraleja: La frontera chica tenía meses empapada en gasolina, pero fueron los políticos salientes los que encendieron el cerillo y la quemaron echando culpas a los de siempre. ¿Cómo reaccionó el delincuente? Defender su lugar, asfixiar las autopistas con controles (“halconeo” y secuestros) y evitar que se infiltren otros grupos en sus ciudades, aprovechando la acefalia política que ahora tiene a la población angustiada por los motivos equivocados.

Santiago Fourcade


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