El odio se enseña. Se enseña y aprende en el hogar, en la casa, en el entorno familiar. Un menor de edad que aprende a odiar llevará ese prejuicio al salón de clases. Y ahí, en el aula, comenzará a transmitirlo a través de las palabras y en acciones. Lo hará con sus compañeros y hasta con sus maestros. Luego comenzará a utilizar las redes sociales y el Internet y entonces, con un alcance sin precedentes, ese odio comenzará a difundirse en línea. ¿Qué hacer para combatir esos prejuicios, estereotipos y sentimientos hostiles como el odio?
La Unesco trabaja básicamente a través de las siguientes estrategias: 1) alfabetización mediática e informacional; 2) mayor transparencia en las plataformas digitales; y 3) creación de medios de comunicación libres.
La alfabetización mediática es una herramienta que pretende reforzar la resiliencia en los educandos frente al discurso de odio y al mismo tiempo desarrollar capacidades para reconocer y contrarrestar la desinformación y las noticias falsas. Como respuesta a la desinformación y a la información falsa, la Unesco ha desarrollado un plan de estudios modelo que en esta nueva versión recibe el nombre de: “Ciudadanos alfabetizados en medios e información: pensar críticamente”. Este documento es un texto indispensable para comenzar a desarrollar esas competencias tan necesarias en la era del mundo de la post verdad.
Los esfuerzos de la Unesco por crear conciencia en los dueños de las plataformas digitales para transparentar con responsabilidad todo lo relacionado con la propagación, prevención y erradicación del discurso de odio es un tema de impostergable atención. Para lograrlo, dicha organización desarrolló un documento con 26 principios de alto nivel que analizaremos en este mismo espacio en dos semanas más.
Finalmente, la creación de medios de comunicación libres que protejan y desarrollen buenas prácticas contra el discurso de odio, ha sido otra línea de trabajo de la Unesco. Subyace en este punto la visión de un periodismo con enfoque de derechos humanos que erradique los prejuicios, no difunda ni propague desinformación y evite la estigmatización de los grupos vulnerables en los medios.
Sara S. Pozos Bravo