El día de ayer, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) publicó los datos de la inflación registrada el pasado mes de septiembre. La inflación interanual tuvo una tasa del 4.58%.
Lo anterior, constituye una buena noticia, toda vez que se ligan dos meses con dicha tasa a la baja.
La tasa de inflación mide el aumento generalizado y sostenido de los precios de los bienes y servicios que más utilizamos los mexicanos.
Cuando los precios suben, el poder adquisitivo del dinero disminuye, lo que significa que con la misma cantidad de dinero se pueden comprar menos bienes o servicios, de ahí la importancia de este dato.
Fue, también, el último dato de inflación para el gobierno del ahora ex presidente Andrés Manuel López Obrador, quien cerró su administración con una inflación promedio anual de 5.17%, cifra superior a la que registraron los últimos tres gobiernos, y en la que también se debe considerar el factor pandemia, entre otros.
Uno de los sectores que mayores alzas en los precios registró fue el agropecuario.
Mientras que la inflación general se ubicó en 4.58%, en el sector agropecuario alcanzó el 6.76%; es decir, alrededor de un 50% más.
El campo ha resentido los factores climáticos y de plagas, y factores externos a la actividad como la inseguridad y la migración.
Una inflación mayor en el campo ha sido un escenario bastante constante en los últimos años, lo que es un claro signo de la necesidad de reforzar la política agropecuaria en México.
Por cada punto porcentual que se encarecen los alimentos, aumenta el riesgo de que millones de familias mexicanas no alcancen a cubrir sus necesidades alimentarias.
La presidenta Claudia Sheinbaum ha hablado de la importancia de lograr que el salario mínimo permita adquirir al menos 2.5 canastas básicas. Hoy, este ingreso equivale a 1.6 canastas básicas.
Significaría otro avance importante en la materia, como ocurrió en el gobierno anterior. Sin embargo, la mayoría de la población ocupada trabaja en la informalidad, por lo que la medida de los salarios mínimos no alcanza a llegar a esas familias.
El llamado es claro: apoyar al campo mexicano es apoyar a todas las mexicanas y a todos los mexicanos, sin excepción alguna.