Hace algunos años, durante una campaña electoral, escuché un discurso que marcó mi posición sobre el papel de los jóvenes en la política.
En aquel mensaje, un cuadro político, de los más rentables electoralmente a nivel nacional en las últimas décadas, dijo en un evento de un muy joven candidato a diputado, lo siguiente:
“Pueden estar seguros de que este joven no les va a fallar. Se los garantizo porque lo conozco, porque conozco su preparación y su trabajo, pero sobre todo porque va iniciando su carrera política.
Este joven que hoy aspira a ser diputado va a ganar y va a volver a venir a pedir su confianza. Él sabe que, sólo dando resultados, que sólo siendo cercano y que sólo hablando y gestionando por ustedes, va a poder seguir creciendo políticamente”.
Era totalmente cierto y hoy en la víspera de nuevos tiempos políticos debemos ser claros; si como jóvenes aspiramos a puestos políticos para hacer lo mismo que hicieron los que estuvieron antes, entonces somos más de lo mismo.
Si como jóvenes aspiramos a representar a muchos, pero a arreglarnos entre muy pocos y obteniendo beneficios para unos cuantos, entonces somos más de lo mismo.
Si como jóvenes apostamos por la simulación y por los silencios en lugar de arroparnos en el riesgo de hablar por lo que es justo, somos más de lo mismo.
Más que un cambio de partidos, en Tamaulipas urge una nueva clase política. Mientras esto no suceda, los colores son lo de menos. Estamos llamados a una lucha conjunta si queremos un estado diferente.
Por eso, cada actor político joven tiene la responsabilidad de mostrarle a propios y a extraños que podemos dar resultados y que podemos tener la congruencia que tanta falta le hace a la política, porque los intereses personales, familiares y de grupo le han ganado la partida al interés superior del estado y de su gente.
Hace unos días platicaba con el diputado local tamaulipeco Ángel Covarrubias, joven político al que se le reconoce su sencillez y trabajo.
Ángel es el diputado local más joven del Congreso y presentará su informe legislativo a las tampiqueñas y los tampiqueños este próximo viernes, y como en aquel discurso
que escuché, ha dado resultados y debe ir por más, entendiendo que nos representa a todos los que soñamos con el mejor futuro posible.
Si los jóvenes entramos a la política, que sea para cambiar todo lo que no sirva a la gente.