Los animales no-humanos ignoran qué es la MALDAD: comportamiento destructivo que sólo poseen los humanos. Ellos no la conocen hasta que se encuentran con un ser humano que en lugar de protegerlo abusa de él encadenándolo en una azotea. Abusa al mutilarlo, violarlo, quemarlo vivo, privarlo de amor, cuidados, alimento y agua, lo abandona en la calle, le quita a sus hijos, los mete en una bolsa, los tira a la basura, los ahoga o asesina a machetazos, golpes. Sí, todo esto pasa y mucho más. Algunos seres humanos son asquerosamente indolentes, crueles, ¿cuánta perversidad posee un humano que cobra 1500 pesos al mes para maltratar y desaparecer más de 100 perros? [según el reporte de activistas]. No culpo a mis colegas: defensores de los derechos de animales no-humanos, rescatistas independientes, porque todas/os están rebasados, hacen el trabajo que debería hacer el Estado, confiaron en un criminal que prometió cuidar de sus perros rescatados en la “pensión” Rancho de los perros, se trata de Nicolás N, para no entorpecer la investigación de la carpeta C/D/00607/06-2024 de la Fiscalía de Investigación en Delitos Ambientales y en Materia de Protección Urbana, omitimos el nombre completo del acusado y la ubicación exacta del lugar. Topilejo de noche, territorio sin ley, la oscuridad densa con su frío aterrador te envuelve, no se ve a nadie en kilómetros. Aquí en Topilejo en la seudo “pensión canina”, fueron encontrados al lado de una cerca afuera de las instalaciones al menos 14 cadáveres, en el interior de la propiedad: más de 60 perros sobreviviendo al completo abandono. Los animales no-humanos tienen derechos, nuestra ciudad legisló a favor de ellos, no hay que dar más vueltas, los abusadores, maltratadores y asesinos de animales merecen cárcel, no sólo multas. Detrás del abuso animal existe un ser humano trastornado. Las activistas Jaqueline Zuñiga, Bunny Carranza y Elie pusieron la denuncia en la Fiscalía el día 19 de junio, no les querían tomar declaración, asuntos internos intervino, ellas afirman que el MP que no las quería atender, tenía aliento alcohólico.
Después de casi 3 días, la noche del pasado jueves un operativo cateó el lugar, ¿por qué tardaron tanto? No existe una cultura de amor y respeto hacia seres indefensos, no existen protocolos adecuados, ¿ninguna autoridad o vecino pudo ver lo que aquí ocurría? ¿Nadie escuchó los ladridos de dolor y desesperación durante semanas? Qué podrido el tejido social. Valientes mujeres denunciaron, solas día y noche en una zona de alto riesgo, pidieron apoyo policiaco, no apareció hasta que empezó la presión mediática en internet, ellas hicieron el trabajo de la policía: resguardar la zona hasta que llegó el operativo, ¿saben por qué? Las autoridades no reaccionan rápidamente, opera el horror e impunidad. La sección del Mercado de Sonora que maltrata y vende animales la queremos cerrada. Nos vemos el domingo 30 de junio en la marcha por los derechos de animales no-humanos…