Siempre fue así… invasores destruyendo. Levantaron su culto de la asunción de la virgen. A Cuepopan lo desollaron quitándole rostro y nombre, ellos lo bautizaron como Santa María la Redonda. Siempre fue así… desde la primera procesión organizada por franciscanos, “guiaron” indios hacia Santa María la Redonda, nosotros los “salvajes” lanzamos piedras a los clérigos, los “civilizados” nos llevaban para adorar una estatua de yeso sin alma, un corazón sin sangre. Y Tonantzin se quedó sola, la sepultaron viva bajo la tierra. Había mucha agua, no teníamos miedo al día cero, llovía, abdundaban árboles, acequias y pozos naturales, lagos, aves, ciudad viva… ¿ahora entiendes por qué te han desplazado a la periferia y no puedes pagar un hogar en la calle de Madero y calles aledañas? Además ya no existen, llegaron ellos con sus tiendas de porquerías, bares de prestanombres, restaurantes sobrevaluados. Cerraron Madero para gentrificarlo, algunos celebraron pues se fueron los ambulantes que “afeaban” la entrada al palacio de las baratijas, ya no entrarían por esa calle las marchas disidentes. En 1523 construyeron la primera escuela: es decir, asesinaron la enseñanza colectiva del telpochcalli y calmécac, olvidamos estudiar las estrellas, el arte de la guerra, le hablamos en sus lenguas a invasores que nos quitaron techo, trabajo y la esperanza de morir en el Centro. Los gentrificadores le lloran a la colonia Doctores porque casi es ya una extensión de la Roma, me asquean sus gimoteos, ellos llegaron hace años e invitaron a sus amigos a invadir, comprar, ellos triplicaron las rentas, ahora se quejan. Por ahí un grupillo insignificante de idiotas llama Nueva España a esta zona, pobrecillos/as, no conformes con mirar desde su ventana la Roma aspirando a ese barrio, se llenan la boca de estupidez con una broma que no da risa. Olvidamos la palabra de los ancianos, ellos nos excluyeron de sus escuelas en 1523 y de sus universidades en 1551 a nosotras las mujeres, con la creación de la Real Pontificia.
Un hombre llamado Juan Gómez de Trasmonte trazó un plano de nuestra ciudad en 1628 que ordenaba la desecación de los lagos. El espejo de agua que fue La Lagunilla hoy es un charcho apestoso, se lo merecen por traidores, por acoger turistas que solo encarecen el tianguis. El primer asesinato de Eje Central no fue el nieto de Malcolm X, fue un mensajero enviado en 1473 por Axayácatl a dominios tlatelolcas, lanzaron su cuerpo inerte en Cuepopan, el hecho incendió la ciudad en una legendaria batalla, murió el último tlatoani de Tlatelolco: Moquihuix. Axayácatl rajó sus entrañas y pecho. Los turistas que llevé a piqueras sagradas en Garibaldi & cantinas han llevado eventos de arte. Una manada de perros bajo la lluvia en Garibaldi se arremolinan, resisten, me recuerda algo: ellos se irán, tendrán que largarse, una noche alguien nos y les recordará que la guerra es fino arte, que el “siempre fue así” no es garantía de nada...