Clint Eastwood y estos tiempos

  • Editorial Milenio

México /

Al comentar en mis redes sociales que tendría una entrevista con Clint Eastwood hubo muchas reacciones. Muchas de emoción total y varias críticas. Sabemos que el cineasta es Republicano y que no está con la mayoría de Hollywood en su condena para Donald Trump. Eso, de ninguna manera, anula que es uno de los más icónicos actores y prolíficos directores de los últimos 50 años. Además, sigue siendo una mente brillante con una presencia a la que es imposible no reaccionar con algún tipo de emoción. O muchas a la vez, como resultó mi caso.

En Twitter me llegó una pregunta qué me parece, resume perfectamente la sensación que muchos, fuera de Estados Unidos e incluso en el supuestamente tan “liberal” Hollywood, seguramente nos hemos hecho si amamos su trabajo: “Hay temas icónicos en la historia del cine que en estas fechas ya están considerados fuera de lugar. ¿Qué espera de los nuevos guiones por filmar?”, escribió Guadalupe Peña. Si bien ya vi su mensaje muy tarde para hacer la pregunta tal cual, la respuesta la tengo clara por la entrevista y por la película en sí (esperen la reseña y la entrevista exclusiva completa con el director la próxima semana en todas las plataformas de MILENIO).

“Tal vez he estado por aquí demasiado tiempo”, me contestó el señor Eastwood entre risas. “No, la verdad es que me gusta contar estas historias acerca de personas reales, pero también me emociono con aquellas de la ficción. Lo importante es que sea una buena historia. Si es de personas reales, con problemas reales y obstáculos reales, lo hace un poco más interesante a veces. Si se trata de ficción, requiere de cierto tipo de inteligencia para que las cosas funcionen. Pero en una historia real las cosas se organizan juntas”.

Y ahí está el detalle, señores. Esa es la realidad de millones de personas en Estados Unidos. Y no podemos esperar que Dirty Harry de pronto deje las armas y ya no sea ese personaje conservador y republicano que a tantas personas fuera de su país parece tener consternados. Antes de entrevistarlo pensé mucho si quería hablar con él de política o no, y la verdad es que mi conclusión fue que si tenía unos cuantos minutos con el director de Río Místico, Unforgiven y Million Dollar Baby, me haría yo un gran favor tratar de entender su contexto y mundo en lugar de tratar, de manera evidentemente inútil, de arrastrarlo al mío.

Y de hecho, agradezco que, aunque personalmente me perturba ver imágenes de niños jugando a la guerra u otros aspectos que ya comentaremos de esta cinta basada en hechos reales, y filmada con los héroes verdaderos del frustrado atentado terrorista en un tren de Ámsterdam a Paris el 21 de agosto de 2015, haya tenido la oportunidad de hablar con él al respecto para entender su perspectiva.

Recordé algo muy importante hoy estando con Clint Eastwood. No siempre tenemos que estar de acuerdo para poder coincidir como seres humanos. Hablaré más de ello en al reseñar la cinta que se estrena el 9 de febrero en nuestro país. Pero debo decir que el cine te puede dar todo tipo de lecciones, y la que me llevé de esta creo que fue una mucho más importante que lo que, como diría uno de nuestros únicos héroes de la ficción mexicana, “lo sospeché desde un principio”.

Twitter: @SusanaMoscatel

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