La trata de personas es sin duda una dolorosa herida global, pero como también es uno de los negocios más lucrativos del planeta, la mayoría de los gobiernos se hace de la vista gorda ante este delito y en ocasiones inclusive forman parte de la cadena delictiva.
Así es, el fin de la esclavitud está lejos de llegar. Aunque no es legal en ninguna nación, se estima que actualmente 21 millones de personas son esclavizadas y de ellas, una de cada tres son niñas o niños, pero de acuerdo a la región del mundo este porcentaje puede ser más elevado.
En África y Medio Oriente, el porcentaje de personas esclavizadas que son menores de edad es de 62 por ciento. En el Sur y Este de Asia y el Pacífico, es de 36 por ciento. En el continente Americano es de 31 por ciento y en Europa y Asia Central, de 18 por ciento.
Hace sólo dos años que se conmemora el 30 de julio como el Día Mundial contra la Trata. Ya existían diversos días internacionales contra la trata en general y en sectores específicos, pero un día mundial es de mayor trascendencia que uno internacional, ya que un día internacional se establece cuando varias naciones se ponen de acuerdo para conmemorarlo, mientras que un día mundial es decretado directamente por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y su conmemoración es obligatoria en todo el mundo.
La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), define a la trata como la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación. Esa explotación incluirá, como mínimo, la explotación de la prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, los trabajos o servicios forzados, la esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, la servidumbre o la extracción de órganos.
La propia ONU ha detectado que las víctimas de la trata "son engañadas y sometidas a servidumbre con la falsa promesa de un trabajo bien remunerado. Los migrantes que atraviesan las aguas mortíferas de los mares y las arenas ardientes de los desiertos para escapar de los conflictos, la pobreza y la persecución también corren el riesgo de ser víctimas de la trata. Las personas pueden encontrarse solas en un país extranjero donde se ven privadas de sus pasaportes, endeudadas a la fuerza y explotadas como mano de obra. Los niños y los jóvenes pueden sentir que se les roba la vida, se les impide recibir una educación y que se frustran sus sueños. Se trata de una agresión contra sus libertades y sus derechos humanos fundamentales".
La participación de los Estados no debe limitarse sólo a combatir a las mafias de tratantes, también de prevenir este terrible delito y dar el acompañamiento y la protección legal necesaria a las víctimas que han sido rescatadas.
Ya sea como país de origen, tránsito o destino de las víctimas, pro todos los países están afectados por la trata.
El abolicionista John Wesley definió a la esclavitud como "la execrable suma de todas las villanías", y esta definición aplica para este fenómeno tanto en su forma moderna como en la antigua.
Para prevenir y sensibilizar a la población mundial sobre la trata, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito ha lanzado la campaña permanente "Corazón Azul" para sensibilizar sobre la lucha contra la trata de personas y su impacto en la sociedad. Con esta campaña se pretende alentar una participación masiva e inspirar medidas que contribuyan a poner fin a este delito.
El Corazón Azul simboliza la tristeza de quienes son víctimas de la trata de personas y recuerda la insensibilidad de quienes compran y venden a otros seres humanos. De acuerdo con la UNODC, el uso del color azul de las Naciones Unidas también demuestra el compromiso de la Organización con la lucha contra ese delito que atenta contra la dignidad humana.
La ONU señala que "de la misma manera en que el lazo rojo se ha convertido en el símbolo internacional de la concientización sobre el problema del VIH/SIDA, esta campaña se propone hacer del Corazón Azul el símbolo internacional de la lucha contra la trata de personas. Al 'lucir' el Corazón Azul, se fomenta la conciencia sobre la trata de personas y se suma a la campaña para combatir este delito".
En este Día Mundial contra la Trata 2016, la campaña permanente del Corazón Azul, lanza el hashtag #doyesperanza a través del cual se solicita subir una fotografía de las manos propias formando un corazón ¿Soluciona el problema? No, como ninguna otra campaña lo hace por sí misma, pero ayudará globalmente para que, a través de las redes sociales, mucha gente se concientice sobre la problemática y extreme precauciones para evitar ser víctima de los tratantes.
@taniamezcor
FB: Tania Mezcor