Una de las fortunas de todo arte es que siempre refleja la sociedad en su obra, verdades necesarias para el cambio o verdades incómodas para el público, pero de cualquier manera, el mensaje sobre nuestra propia naturaleza no se puede ignorar tan fácilmente, hace ruido o hace eco y siempre se queda plasmada en la obra. En México por supuesto tenemos ejemplos de estas verdades que se dicen a través del arte, y pienso que uno de ellos por excelencia es el ensayo El laberinto de la soledad escrito por Octavio Paz, ya que esta obra refleja perfectamente las observaciones y el desasosiego en torno al mexicano, reflejando en su libro los orígenes del comportamiento individual y colectivo de la sociedad mexicana.
Otro ejemplo interesante es el de Jorge Ibargüengoitia, escritor guanajuatense, autor de Estas ruinas que ves, una de las tantas obras donde usó la sátira para criticar la política y sociedad mexicana, fue por esta misma forma de explicar la vida del estado que los guanajuatenses repudiaron al escritor y la crítica lo menospreció.
Y por supuesto, no se podría pasar por alto a Antonio Plaza Llamas, considerado como un héroe del pueblo al retratar a las víctimas de una sociedad injusta y de los tiempos crueles; ganó reconocimiento tanto por su dominio en el género lírico como por sus escritos sencillos y la franqueza en sus palabras cargadas de pesimismo.
En otros rubros del arte y que reflejaron los sentimientos de la sociedad por medio de las letras, pero en la música, se tienen las figuras de José Alfredo Jiménez: pues se atrevió a expresar lo que no muchos pudieron en una época donde el hombre mexicano no mostraba vulnerabilidad a nadie, en especial a su amante.
También está la Madrona de la canción, María Grever, quien es éreconocida a nivel internacional por su estilo musical donde los versos de sus canciones desbordan amor, éstos creados en una época donde eran los hombres quienes profesaban este sentimiento con la música; hablando de esta manera por todas las mujeres que calladitas se veían más bonitas.
Y de hecho es así, estos artistas se atrevieron a hablar por los que no podían; osaron mostrar lo que todos ocultaban; y enfrentaron a la sociedad con aquello que les repugnaba. En pocas palabras, reflejaron con sus letras lo que el mundo necesitaba.
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