"Eros", el placer de los sentidos

  • El sexódromo
  • Verónica Maza Bustamante

México /

El coito, o “relación sexual”, implica tan solo el uno por ciento del total de todo aquello que tiene que ver con quienes somos como seres sexuados y es apenas una minúscula parte de lo que puede ser la erótica.

Entre nuestros derechos sexuales se encuentra el derecho al placer. ¿Con qué frecuencia lo ejercemos y nos atrevemos a ir más allá, tratando de acercarnos al bienestar mediante nuestro cuerpo en toda su extensión? Creo que no tan seguido como solemos decirle a los encuestadores, parientes y amigos indiscretos cuando preguntan sobre la frecuencia de nuestra actividad sensual.

Por fortuna, la erótica integra una cantidad infinita de posibilidades para vivir el placer. Por ejemplo, tenemos los cinco sentidos como aliados para aumentar las sensaciones cuando decidimos convivir sin ropa con otro ser humano. Además, es muy importante recordar que la imaginación es nuestro “sexto sentido”, que nos ayudará a explorar el mundo.

De la misma manera hay fetiches que nos sirven para excitarnos; a veces somos conscientes de ello y lo explotamos, aunque otras tantas nos quedamos en la mera posibilidad. Estos fetiches pueden ser también las herramientas de trabajo que convertimos en inspiración.

El asunto de los cuerpos es interesante: estamos acostumbrados a tener como modelo de perfección a aquellas anatomías que la industria comercial nos ha hecho creer que son las más hermosas, pero, ¿qué pasa si no cumplimos con ese molde? ¿Estamos condenados al celibato? ¡Claro que no! Los cuerpos del deseo son diversos, cada uno tiene características específicas que se vuelven botones para incentivar ese clímax constante que todos tenemos dentro.

Aún cuesta trabajo comprender la diversidad sexual. No deberíamos casarnos con la idea de que solo hay de dos moles en este asunto de las apetencias del amor y el anhelo. Si entendemos que somos únicos e irrepetibles, podríamos vivir en paz dejando que cada quien se exprese como lo desee.

Lo mismo pasa con las opciones para vivir en pareja: ¿solo podemos optar por el matrimonio monógamo? En años recientes se habla sobre la posibilidad de seguir otros caminos mediante acuerdos y de manera sana, segura y consensuada.

¿Les parecen interesantes estos temas? ¿Quieren saber más al respecto? Los invito a que vean mi nuevo programa de televisión, Eros, el cual conduciré todos los miércoles a partir del 11 de septiembre por Canal 22, bajo la producción de Nancy Lillian de la Cruz. La cita es a las 23:30 y me acompañarán personajes de la literatura, la música y las artes visuales como Ana Clavel, Alberto Ruy Sánchez, José Manuel Aguilera, Eko, Tere Estrada, Beatriz Rivas, Salvador Moreno, Dulce Pinzón, Patricia Aridjis, Marisol Gasé, entre otros, para revelarnos su propia visión del placer.

Ahí nos vemos para compartir las sorpresas que depara el gozo y sonreír justo antes de tener sueños húmedos. 

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Medalla para el creador de la píldora anticonceptiva

Luis Ernesto Miramontes Cárdenas ha obtenido más de 40 patentes nacionales e internacionales en diferentes áreas de la química, siendo uno de los científicos mexicanos que más ha sido reconocido a escala mundial, siendo considerado, junto con Mario Molina (Premio Nobel de Química, 1995), como uno de los de mayor trascendencia y máximo inventor mexicano.

Entre sus grandes logros se encuentra el haber sintetizado, cuando apenas tenía 26 años de edad, la noretisterona, sustancia esteroide que fue la base del primer anticonceptivo oral, mejor conocido como la píldora anticonceptiva, misma que le otorgó a las mujeres uno de los grandes derechos que tiene: el de poder elegir si quiere tener hijos, cuándo y cuántos, contribución fundamental a la ciencia que ha impactado positivamente a la humanidad.

Por ello, la Oficina de Patentes de los Estados Unidos de Norteamérica lo incluyó en su Salón de la Fama, donde comparte distinción con científicos como Alexander Graham Bell, Louis Pasteur, y Thomas Alva Edison.

El químico murió en 2004, a los 79 años de edad. Es común que se le atribuya la invención de la píldora a Carl Djarassi y George Rosenkranz, quienes trabajaban con él en la compañía química mexicana Syntex, pero la primera síntesis del fármaco (que quedó registrada el 15 de octubre de 1951) se debe a Miramontes.

La presidencia del Patronato de la Facultad de Química de la UNAM ha postulado al ingeniero como candidato a recibir la Medalla Belisario Domínguez para que su trabajo y aportaciones a la ciencia sean reconocidas por el Estado mexicano.

Egresado de la antigua Escuela Nacional de Ciencias Químicas de la UNAM, dejó numerosas publicaciones en revistas especializadas y ensayos científicos, por lo que la obra de este científico nacido en el estado de Nayarit sigue aleccionando a las nuevas generaciones.

El que le otorguen simbólicamente la medalla sería un incentivo no únicamente por su enorme logro y su talento, sino también para ponerlo a lado de sus colegas más reconocidos. Esperemos que así sea. 


elsexodromo@hotmail.com

@draverotika

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