La escena es común: ha llegado la hora de tener un encuentro erótico con la pareja. Nuestra mente ha estado pensando cómo debería ser el “sexo ideal”. Qué posturas realizar para sentir placer y brindarlo, cómo se debe ver el cuerpo, qué espera la otra persona, qué experiencia se tiene en la cama y un sinfín de asuntos que pueden generar angustia, miedo, inseguridad o un exceso de trabajo físico que, a final de cuentas, afectarán el desempeño sexual de manera negativa.
Esto ocurre porque durante siglos nos han hecho creer que la erótica (hacer el amor, tener sexo, coger) está basada en ese tipo de elementos o situaciones. Pero, ¿saben qué? En realidad, si bien todo eso podría ser complemento de una buena sesión, no es parte indispensable de ella. Para sentir el máximo placer lo único que se necesita es la apertura para compartir nuestro ser (que incluye al cuerpo, pero también nuestros sentidos, las emociones y la capacidad para vivir el momento presente) sin esperar nada ni suponer que factores externos son los que forzosamente deben guiar el viaje sensual para que sea increíble.
La próxima vez que deseen y puedan tener un encuentro erótico, olvídense de todo lo que comúnmente hacen. Del orden en que siempre llevan a cabo las acciones (besos-sexo oral-misionero-amazona-perrito-fin), de la ropa que les gusta (lencería o fetiches), de la seriedad aparentemente seductora, y simplemente junten su cuerpo desnudo con el ajeno, frótenlos, tóquenlos (sí, incluyan el propio), cierren los ojos y clávense en lo que sienten. No piensen, en ese momento, en lo que podría estar sintiendo la otra persona, simplemente dejen que su anatomía se exprese, sin esperar aplausos o rechazos. Sean suaves al principio y después vean por qué ritmos los lleva el deseo. Rían si les gusta lo que sienten. No se necesita más para gozar plenamente. Después de eso, pueden volver a integrar la parafernalia, los fetiches, las rutinas, si así lo desean, pues al unir la sencillez intrínseca del placer con la complejidad de los factores externos, su experiencia será sublime.
Del vih al covid-19
La International AIDS Society (IAS) es una organización mundial fundada en 1988 para investigar, analizar y ofrecer soluciones en torno al vih/sida, de la mano de científicos que, en conjunto, han logado reducir el impacto del virus de la inmunodeficiencia humana, en su momento considerado generador de una pandemia.
Los próximos 10 y 11 de julio, la IAS ofrecerá una conferencia mundial, esta vez sobre el covid-19, con la que busca justamente revisar, reflexionar y proponer soluciones en torno al coronavirus con expertos de diversos países.
La inscripción es gratuita para todo público, solo necesitan registrarse en la página covid19.aids2020.org para tener acceso a los contenidos y materiales generados esos días.
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