Luego de la jornada de votaciones desarrollada este domingo primero de julio, además de conocer resultados, el momento actual es evaluar aspectos en torno al desarrollo del día de la elección y el tema de la inclusión de las personas con discapacidad es uno de ellos.
Se estima que fueron mil 409 funcionarios con discapacidad los que participaron en las casillas distribuidas en todo el país.
Las redes sociales, como es costumbre fueron las encargadas de enterarnos de las diversas experiencias de las personas con discapacidad para hacer valer sus derechos políticos electorales.
En Torreón nos tocó conocer de cerca la experiencia que vivieron los hermanos Durán. Se trata de César un joven sordo quien fue insaculado por las autoridades del Instituto Nacional Electoral para participar como primer escrutador de casilla y de Adriana quien es intérprete en Lengua de Señas Mexicana (LSM) que le proporciona apoyo para comunicarse, como lo hizo en la mesa de votación ubicada en el jardín de niños “Juventino Rosas” de la colonia Rincón La Merced en Torreón, Coahuila.
Son tan pocas veces que los representantes de los medios de comunicación se topan con estas experiencias –en Torreón fueron los únicos, según se sabe- que fallaban una y otra vez al presentarlos, querer dirigirse a ellos o citarlos en sus redacciones. Le llamaron sordomudo, en lugar de persona sorda o con discapacidad auditiva y en el caso de la intérprete la confundían con traductor.
Desde el inicio del proceso electoral 2018 el Instituto Nacional Electoral presentó acciones en favor de la inclusión de las personas con discapacidad, como el protocolo de actuación como funcionarios de casilla, los simulacros de emisión del voto así como manuales de lenguaje incluyente, todos ellos bajo el lema de Elecciones sin discriminación.
De cualquier forma, el saldo del ejercicio en la inclusión de las personas con discapacidad en el proceso electoral 2018 es favorable y sin precedentes, pues se dio un paso firme no solo en la visibilidad de esta comunidad sino la posibilidad de tener una verdadera participación en la toma de decisiones para definir el rumbo del país, que corresponden a la ciudadanía.
Tanto los miembros de la sociedad como quienes tenemos la posibilidad de trabajar con las palabras, tendremos más oportunidad de pulir nuestro lenguaje a la hora de referirnos a las personas con discapacidad de manera adecuada, pues cada vez es mayor su presencia en la vida social y política del país.
Autismo.sanroberto@yahoo.com.mx