Fue el regaño de su madre, la prohibición de usar el celular, la discusión con su pareja o el agobio por no poder pagar sus deudas.
A estas razones se reducen las causas para que los duranguenses lleguen al suicidio o al menos son las que las autoridades vierten a través de la prensa.
Al día de hoy se contabilizan 64 en el estado de Durango. Dos de estos ejecutados ayer lunes.
Qué lamentable.
Lamentable las noticias de los decesos, lamentable la frecuencia con que se presentan y lamentable la ligereza de concentrar en un evento de la vida la persistencia de un fenómeno multifactorial y que se niega a retroceder.
Quizá esa sea la razón de las diputadas y diputados de la LXIX legislatura del Congreso de Durango se apresuran para aprobar la Ley de Salud Mental a dos semanas de terminar de concluir el período ordinario de sesiones.
El viernes pasado, se colocó una publicación en la página oficial de Facebook del H. Congreso del Estado de Durango con un enlace que te direcciona a un micrositio para dos opciones: conocer el proyecto de ley y/o participar en el formulario “¿Qué propones?”
Consulta, sí ¿De esta manera?
Se solicitan datos personales como nombre, teléfono y género y luego responder a 6 cuestionamientos entorno a la Salud Mental ¿Hacia dónde? Prevención y atención para niñas, niños y adolescentes, personas en conflicto con la ley, adicciones, ansiedad, depresión, trastornos mentales, psicología, psiquiatría…tan tan.
¿Será un formulario suficiente para justificar el contenido de la creación de la Ley de Salud Mental para Durango? ¿Y los resultados de los foros que se anunciaron a principio de año?
Hasta ahora lo dicho por el presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Congreso del Estado de Durango, Ricardo López Pescador es que se ha hecho un estudio de Derecho Comparado (sepa la bola) y se consultaron legislaciones similares como la de Nuevo León.
Mucho rodeo para una ruta con línea recta.
El pasado 5 de abril, se aprobaron diversas disposiciones que reforman, derogan y adicionan la Ley General de Salud en materia de salud mental y adicciones hacia un modelo de atención sin violencias, prácticas distintas a las farmacológicas y la institucionalización a voluntad y como última opción. Una atención con reconocimiento de capacidad jurídica y respeto a los derechos humanos de las personas usuarias.
Se reformaron y se adicionaron párrafos a los artículos 51 bis, 72, 73, 74, 75, 76 y 77.
Durante el 2019 en la Cámara de Diputados expertos, académicos y representantes de los organismos de la sociedad civil llevaron a cabo foros en temas de Suicidio y Salud Mental orientados a impulsar el diseño y la iniciativa de la creación de ambas leyes.
Sin embargo, los expertos por experiencias vivenciales como usuarios de servicios psiquiátricos y farmacológicos o personas con discapacidad psicosocial de diversos colectivos del país hicieron marca personal con los diputados federales para visibilizar la necesidad, orientada a adoptar un modelo social y de derechos humanos en la misma Ley General de Salud.
Si ignorar esto ya una incongruencia, ahora imagine la clase de “reforma” que pretenden los legisladores duranguenses al lanzar una nueva Ley de Salud Mental de “avanzada” cuando aún está en vigor la Ley para la Protección de las Personas con Deficiencia Mental de Durango y su más reciente reforma fue el 6 de mayo de 2007. Pácatelas.
Hoy por hoy, la armonización de los pactos y tratados internacionales con la legislación mexicana es todavía es un pendiente, incluso entre la federal y las estatales, no se necesita buscar, saber que conservan los términos del modelo médico rehabilitador ya mucho decir. Primero Persona.
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