¿Qué pasará con el general?

  • Línea independiente
  • Vicente Esqueda Méndez

Ciudad de México /


“Donde hay poca justicia
es un peligro tener razón”
-Francisco de Quevedo

Causó gran sorpresa, la noticia de que el gobierno estadounidense dejará en libertad al general Salvador Cienfuegos, quien fue detenido el 15 de octubre en el aeropuerto de Los Ángeles, por su participación en delitos relacionados con drogas y un grupo de delincuencia organizada.

Días después de su arresto, el presidente de México mencionó que no había ninguna razón para que el gobierno de Estados Unidos avisara sobre la detención ya que la hicieron en su territorio, y mencionó que contaría con asistencia consular, pero que no se pagaría ningún tipo de defensa legal.

Posteriormente cambió el sentido de sus mensajes al señalar que debería investigarse también a la DEA, así como informar sobre su participación en casos de ese tipo; y que todavía no se le comprobaba la responsabilidad al general pero que en caso de que así fuera, no debería mancharse la imagen de una institución como el Ejército por lo actuado por una persona. Es decir, en un primer momento minimizó la detención, pero al darse cuenta de la molestia que generó al interior del Ejército el hecho de que no se defendiera al ex secretario de la Defensa Nacional, cambió radicalmente, autodesignándose vocero para evitar manipulación de información, y puso a trabajar al secretario de Relaciones Exteriores en el acuerdo del que ya estamos enterados, solo en parte.

Este gobierno federal tiene una enorme dependencia en las fuerzas armadas y no podía darse el lujo de tener diferencias con ellos, puesto que con el Ejército en las calles, se ha hecho creer que la seguridad y la gobernabilidad está garantizada, lo cual no es cierto.

Han generado inquietud los argumentos empleados para que se formalizara el desistimiento del juicio en Estados Unidos, porque se alegaron razones de política, y aunque se señaló que tenían pruebas fuertes sobre el caso, dejaron que saliera libre allá para que las autoridades mexicanas continúen su investigación, y en su caso procedan legalmente.

Habrá que estar atentos con lo que pasará en los próximos días, porque mucho se dijo de que las pruebas de la investigación estadounidense no eran sólidas, pero ahora son las pruebas con que cuenta el gobierno mexicano ya que le fueron enviadas desde el 11 de noviembre y sabremos a ciencia cierta de su calidad.

Al final, llama mucho la atención el interés puesto por el gobierno mexicano para traer al general Cienfuegos de regreso, y no quisiera imaginar que se trata de una estrategia para poder tenerlo cerca y obtener toda la información que pueda brindar, que al igual que lo sucedido con Emilio Lozoya, sirva no para fines de la justicia, sino para cuestiones de índole electoral.

Más opiniones
MÁS DEL AUTOR

LAS MÁS VISTAS