Borges (III)

  • De neblinas y Don Goyo
  • Víctor Bacre Parra

Ciudad de México /

A Nicolás Reyes Alegre

En la presente triada latinoamericana cultural -junto con el escritor argentino Jorge Luis Borges-, se suman la poeta chilena Gabriela Mistral y el ensayista cubano José Martí, para contextualizar la presencia regional de nuestra literatura y actividad artística con esa proyección, presencia y valía que ha pintado y trascendido las fronteras y los pensamientos de un segmento del quehacer contemporáneo de la América Latina. Señala Martí: “¿Quién es el ignorante que sostiene que la poesía no es necesaria a los pueblos? Hay gente de tan corta vista mental que creen que toda la fruta se acaba en la cáscara. La poesía que congrega o disgrega, que fortifica o angustia, que apuntala o derriba las almas, que da o quita a los hombres la fe y el aliento, es más necesaria a los pueblos que la industria, pues ésta les proporciona elmodo de subsistir, mientras que aquélla le da el deseo y la fuerza de la vida”.

“¿A dónde irá un pueblo de hombres que haya perdido el hábito de pensar con fe en la significación y el alcance de sus actos? Los mejores, los que unge la Naturaleza con el sacro deseo de lo futuro, perderán, en un aniquilamiento doloroso y sordo, todo estímulo para sobrellevar las fealdades humanas; y la masa, lo vulgar,la gente de apetitos, procrearán sin santidad hijos vacíos, elevarán a facultades esenciales lo que debe servirles de meros instrumentos y aturdirán con el bullicio de una prosperidad siempre incompleta la aflicción irremediable del alma, que sólo se complace en lo bello y grandioso”. (Valor de la Poesía. José Martí. Lecturas Universitarias. Antología. Textos de Lengua y Literatura. Colegio de Ciencias y Humanidades. UNAM. México, D.F. 1971).

Por su parte, Gabriela Mistral menciona: “Estrella, estoy triste./Tú dime si otra/como mi alma viste./---Hay otra más triste./ --Estoy, sola, estrella./Dí a mi alma si existe/otra como ella./--Sí, dice la estrella/.---Contempla mi llanto./ Dime si otra lleva/de lágrimas manto./ En otra hay más llanto./ ---Di quien es la triste,/ Dí quien es la sola,/Si la conociste./ ---Yo soy la que encanto,/soy yo la que tengo/ mi luz hecha llanto./”. (Mistral, Gabriela. Desolación. Editorial del Pacífico. Santiago de Chile. 10 de Diciembre de 1960).

Y, de Jorge Luis Borges se cierra el tríptico, al compartirnos Octavio Paz: “Es difícil imaginarse ante la muerte de un hombre querido y admirado. Desde que nacemos, esperamos siempre la muerte y siempre la muerte nos sorprende. Ella, la esperada, es siempre la inesperada. La siempre inmerecida. No importa que Borges haya muerto a los 86 años: no estaba maduro para morir. Nadie lo está, cualquiera que sea su edad (…) duró más que Cortázar y Bianco, para hablar de dos queridos escritores argentinos, pero lo poco que los sobrevivió no me consuela de su ausencia. Hoy Borges ha vuelto a ser lo que era cuando yo tenía veinte años: unos libros, una obra”. (Octavio Paz).

Y que sigan brillando e iluminando el cielo y el suelo latinoamericanos: Borges, Mistral, Martí y el propio Octavio Paz…


Víctor Bacre Parra
Más opiniones
MÁS DEL AUTOR

LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.