El campo, olvidado en Tamaulipas

Ciudad de México /

La reunión que se efectuó este miércoles en Tampico, donde productores de ganado y agrícolas de la zona sur de Tamaulipas sostuvieron con el gobernador electo Francisco García Cabeza de Vaca, dejó un precedente para ellos en cuanto a un primer acuerdo para que el sector tenga más beneficios que perjuicios, algo que ha sido una nota común en los últimos 12 años.

Dentro de las peticiones más importantes son el recibir apoyo del gobierno estatal, que realmente se traduzca en la producción que dramáticamente va bajando año con año, sea por los factores climatológicos, el engorroso trámite que representa tener recursos de la Federación y que las ganancias obtenidas no les alcanza para nada.

Si a esto le atribuimos que la inseguridad le pega y duro, particularmente con el robo de los productos que con mucho esfuerzo, sacrificio, tiempo y el poco dinero que tiene para invertir generan se los llevan con tan solo ser amenazados o apuntados con arma de fuego, la crisis es más que evidente.

El problema no es nuevo y tampoco es algo que desconoce la próxima autoridad. Ha sido una constante, no diaria pero si al mes. “Nos roban las cabezas”, es una expresión cotidiana, como también el “nos prometieron para que en estos días lleguen el apoyo de Sagarpa o la Secretaría de Desarrollo Rural y hasta el momento no vemos absolutamente nada”.

Todo parece estar enfocado en el comercio, en la llegada de inversiones, en qué empresas extranjeras vendrán a explotar los campos petroleros como en aguas profundas, en crear energías limpias. Las baterías de los actuales funcionarios como los siguientes se enfocan en esta parte, con la promesa de que los miles de millones de pesos o dólares sirvan de rescate o como tanque de oxígeno.

Pero el campo también es un área de oportunidad y de competitividad que está en el olvido, aún y cuando hay más de un millón y medio de hectáreas de uso agrícola, donde se produce sorgo, cebolla, frijol, chiles, naranja, toronja, caña de azúcar, limón, mandarina y maíz, entre otros más, mientras que para la ganadería hay más de 4 millones de hectáreas para sacarle el mayor provecho posible.

Los productores han sido claros, el apoyo les urge, ya no es una petición lanzada al aire, es una necesidad. Levantarlo será un paso muy importante en el desarrollo en los siguientes años como también en cuanto a la alimentación de la población. El asunto es ejecutar los programas, que los apoyos lleguen. Esa es la labor de los siguientes gobernantes, en no dejar descuidado al sector. Bueno, más de lo que ya está.

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