Casi medio millón de tamaulipecos fueron protagonistas de la elección extraordinaria para cubrir la vacante en el Senado este domingo. Un tercio del total de hace unos meses cuando se convocó a la renovación de la gubernatura y, en ambos casos, el postulado por el Movimiento de Regeneración Nacional fue el ganador.
Este proceso accidentado, frío, indiferente incluso ayer para la mayoría de los habitantes, pasa como un ejercicio cuya forma debe replantearse si es necesario aplicarla o buscar otro mecanismo para evitar el malgasto de tiempo, dinero y esfuerzo, sobre todo para la representación legislativa.
Al corte de este espacio, cerca del 80 por ciento de las actas computadas en el Programa de Resultados Electorales Preliminares, la ventaja en el volumen y el porcentaje entre el virtual ganador José Ramón Gómez Leal y su más cercano, Imelda Sanmiguel de la Alianza PAN-PRI-PRD, es casi 4 a 1. Inverosímil por donde se le quiera ver, más en estos tiempos.
Y como todo tiene un motivo, en este análisis arroja dentro de la 4T el uso de su músculo a medio gas. Es la mitad de los 713 mil votantes logrados por Américo Villarreal Anaya en junio pasado, aunque también se debe revisar qué grupos aportaron a la causa y quiénes se abstuvieron y por qué.
Aún y con el rechazo de sectores guindas por la postulación del reynosense y su “vínculo” con el ex gobernador Francisco García Cabeza de Vaca (hoy, en Dallas como simple espectador), la estructura fortalecida mediante los programas sociales, más los azules y tricolores enojados, fue suficiente.
Caso contrario, en Acción Nacional el retroceso ya sonó como alarma en muchos de sus militantes. Ni la ayuda del PRI fue suficiente para siquiera competir o hacer menos escandalosa la derrota, una más en la gestión del líder estatal Luis René Cantú.
Son muchos problemas, pero el principal se encuentra en su “fanbase” de hace unos meses. Desde el abandono de sus zonales (unos se fueron a Morena o PT), la división interna post Vientos de Cambio, liderazgos apáticos, sin recursos y su repetitivo speech anti obradorista, sin efecto, los sumerge en otra dura crisis.
Por eso se dio este resultado. Ahora, a prepararnos para el 2024.
Víctor Hugo Duránvictor.duran@milenio.com