A menos de un mes de finalizar las campañas federales y locales, los buenos deseos por parte de los políticos hacia la niñez deben ir más allá de los festejos de este día y deben plasmarse en propuestas concretas que garanticen el bienestar de los menores.
La Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes establece que se deben garantizar el pleno ejercicio, respeto, protección y promoción de los derechos humanos.
No debería usarse la figura de la niñez como un estandarte de proselitismo por parte de las candidatas y candidatos a un cargo de elección.
En el país se ha presentado un avance en políticas públicas relacionadas con las niñas y niños, pero aún falta bastante camino por recorrer por parte de las autoridades federales, estatales y municipales.
Un trabajo conjunto entre el Coneval y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) indica que ocho de cada 10 niñas, niños y adolescentes viven en pobreza o vulnerabilidad por carencias e ingresos.
Por su parte el Inegi señala que más de 16 mil niñas y niños menores de cinco años continúan muriendo cada año, en muchos casos por causas prevenibles; mientras que alrededor de siete niñas, niños y adolescentes son asesinados cada día y el 9.5 % no asiste a la escuela en educación básica y 21.6 % en media superior; informa la Secretaría de Educación Pública federal.
Si bien celebrarlos y festejarlos es un gran gesto, también es necesario que como sociedad exijamos a las candidatas y candidatos acciones concretas, que incluyan planes de acción concretos para construir un mejor entorno social para niñas, niños y adolescentes.
A un mes de finalizar los procesos electorales, hasta el momento los aspirantes poco o nada han presentado como plan de trabajo o un programa de gobierno en forma para darle prioridad a la niñez y a la adolescencia.
En México hay 38.2 millones de niñas, niños y adolescentes, 30% del total de la población y miles no cuentan con protección, salud o acceso a la educación, expone la organización Save the Children, lo que demuestra que la niñez debe anteponer a los ataques y desinterés de los políticos.
En nosotros está construir un mejor presente para ellos.