El agua: el tema que sigue para el debate

Monterrey /

Antier fue el primero de los tres debates de candidatos a la Presidencia en este 2024.

Balances y opiniones hay por todos lados. Desde los que no definen ganador y lamentan el resultado del ejercicio hasta los que se centran en los ataques entre los aspirantes o en las fallas que afectaron la producción del evento en la sede del INE.

Sea cual sea la evaluación, ahora queda esperar que el segundo debate del 28 de abril sí sea de verdadero provecho.

Deberá ser así, porque se titula: la ruta hacia el desarrollo de México.

En términos claros se hablará de crecimiento económico, empleo e inflación; infraestructura y desarrollo; pobreza y desigualdad; y cambio climático y desarrollo sustentable.

Eso hace pensar que hablarán del problema del agua. Confío en que si no es un tópico principal, al menos se mencione el tema de la crisis hídrica y las propuestas serias de resolución.

El acceso al agua potable es un derecho humano fundamental, un hecho que se remarca constantemente en los discursos de organismos internacionales y políticos. Sin embargo, la cruda realidad nos muestra una imagen alarmante: alrededor de 2 mil 200 millones de personas en el mundo aún carecen de servicios de agua potable gestionados de manera segura, según datos de la Organización Mundial de la Salud.

Esta crisis hídrica no es un fenómeno reciente. Desde hace al menos medio siglo se han levantado banderas de alerta sobre la necesidad de gestionar adecuadamente este recurso vital.

En México, a pesar de contar con ríos y acuíferos, la distribución desigual y la contaminación son problemas cruciales. La falta de tratamiento adecuado de los desechos industriales y residenciales contamina nuestras reservas.

La falta de agua acentúa otros problemas sociales y económicos. Datos recientes muestran que aunque la mayoría de las viviendas mexicanas tiene acceso al agua entubada, un tercio de ellas no disfruta de un suministro diario.

Ante esta realidad surge una propuesta: la instalación de plantas desalinizadoras en la costa de Tamaulipas para abastecer regiones áridas como Nuevo León. Aunque el proceso de construcción puede llevar tiempo, ¿es esta la solución que necesitamos?

La respuesta no es sencilla. Si bien estas plantas podrían brindar un suministro adicional de agua, deben considerarse aspectos como el impacto ambiental y la viabilidad económica. ¿Por qué tardamos en considerar estas soluciones?

Es hora de un compromiso y deben de entenderlo quienes pretendan gobernar, antes que sea demasiado tarde. 

  • Víctor Martínez Lucio
  • Periodista, Director Editorial de Multimedios-Milenio en Monterrey. Conductor en Milenio Televisión, creador del Pulso, espacio de comentario político desde hace una década. Articulista en Milenio Diario y Conductor de Cambios cada domingo. Amo las cosas sencillas, la música y el arte, dar clases, ayudar a las personas, aprender todos los días, ser Rayado, ser líder y factor de cambio. La vida es de momentos y se acomoda sola.
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