Un nuevo capítulo en la relación entre México y Estados Unidos parece estarse escribiendo: se trata de una baja histórica en el cruce de migrantes hacia el norte y un cambio también en el número de repatriaciones desde ese país.
Al menos así lo dijeron el domingo en Cambios los secretarios de Seguridad de Coahuila y Tamaulipas, quienes atribuyeron ese fenómeno a las políticas implementadas a fuerza por las autoridades de nuestro país ante la presión por los aranceles de Trump.
La cifra es históricamente la más baja hablando de repatriaciones, mencionó el secretario de Seguridad Pública de Coahuila, Hugo Eduardo Gutiérrez Rodríguez. Dice que es un indicativo de que algo está cambiando.
No debemos perder de vista el contexto de este fenómeno, porque si lo hacemos perderemos de vista su origen.
El especialista en seguridad, Juan Ibarrola, señaló que este reforzamiento muestra que México está tomando su responsabilidad en serio.
Pero alerta que no hay que perder de vista que la presencia de estos elementos no solo tiene como objetivo garantizar la seguridad, sino también combatir el tráfico de drogas y la trata de personas.
Es indudable que la seguridad en la frontera norte de México sigue siendo un desafío constante, pero también es cierto que las autoridades están buscando un balance entre seguridad, migración y derechos humanos.
Parecen pues buenas noticias, pero las cifras recientes no deben ser motivo de complacencia, sino una oportunidad para reflexionar sobre la eficacia de las políticas implementadas y la necesidad de seguir trabajando en conjunto con Estados Unidos.
El enfoque no debe ser solo el control de los flujos migratorios, sino también el fortalecimiento de las relaciones bilaterales para garantizar que la frontera no se convierta en un campo de batalla entre criminales, migrantes y autoridades.
La semana que recién vivimos seguramente quedará marcada por el reforzamiento de la frontera y será recordada como un momento clave en la historia de las relaciones entre ambos países.
Un momento que aunque positivo en términos de cifras, nos debe recordar que la verdadera seguridad es un trabajo continuo y colaborativo.
El 3 de marzo, cuando llegue el día de evaluar o escuchar la evaluación del gobierno de Donald Trump sobre la efectividad de esta medida, sabremos si solo fue un buen intento, si fue flor de un día o si este refuerzo llegó para quedarse.
Bajar la presión que hoy se vive en esos temas que son multifactoriales nos viene bien a todos, y puede ser el inicio de una nueva realidad. Ojalá así sea.