Entre las muchas historias que aguardan a ser escritas acerca de la fotografía está la que se refiere al amplio campo de la
fotografía amateur o de aficionados y dentro de estas, la de los clubes, grupos o asociaciones que sin mayor pretensión se reúnen, comparten, difunden el objeto de su pasión: la fotografía.
Tal es el caso de la muestra Fotoclubismo. Fotografía modernista del Brasil 1946-1964, que se exhibe actualmente en el MoMA de Nueva York. En un principio pensé que se trataba de un error de transcripción y que la exhibición se refería a la adaptación de los principios del Cubismo a la fotografía, como de hecho los hay. Pero no, no es ese el caso, sino que se expone exactamente eso, la actividad de un club de fotografía del Brasil, de ahí lo del Fotoclubismo. Desgraciadamente no se da mayor información sobre el grupo en particular ni por qué son ellos los que se presentan y no otros como debió haberlos. Pensemos pues que se trata del rescate de los archivos de este grupo y que es suficientemente representativo de lo que fue la actividad fotográfica amateur en el Brasil durante esos años, razón por la que se le exhibe aquí.
El Foto-cine club Bandeirante, cuyos trabajos se muestran, nace en 1939 y desde un principio estuvo formado por médicos, abogados, burócratas, estudiantes que tenían en común el hobby de la fotografía y aunque nunca tuvieron otra pretensión, la seriedad con que realizaron sus trabajos, se organizaron y se dieron a conocer, nos habla de grupos de productores totalmente conscientes de su papel dentro de la cultura brasileña y de sus aportaciones al mundo de la fotografía. Organizada la muestra en torno a temas como Vida cotidiana, Formas abstractas de la naturaleza, Textura y formas, Procesos experimentales, etcétera, deja conocer los trabajos realizados por sus principales miembros y otros del mismo club a lo largo del tiempo que estuvieron activos, y la verdad en ningún caso se podría sospechar falta de profesionalismo, interés o de convicción acerca de lo que hacían y cómo lo hacían.
Este o estos movimientos como el Fotoclubismo históricamente se encuentran entre el Arte Concreto brasileño, que igualmente logró un reconocimiento internacional con figuras como Ligia Clark, Ligia y Paula Pape, y los conceptualismos que trabajaron bajo las diferentes dictaduras que desde los 60 se sucedieron en el gigante del sur. Se suma a la serie de aportaciones que el arte brasileño ha hecho al arte moderno y contemporáneo desde el ya mítico y lejano movimiento Antropomorfo (1928) y que siempre se ha caracterizado por su independencia y franco deseo por identificarse con sus múltiples raíces.
La importancia del rescate de este tipo de trabajos “no profesionales” es que nos permiten conocer la profundidad que cierto tipo de prácticas, la fotografía por ejemplo, han tenido o tienen en una sociedad o cultura, entre más hondo calen en su grupo extendido, será prueba de la importancia, valor y significado que tiene para el resto de la sociedad.
Que yo recuerde en nuestro medio, sin que sea exclusivo de él, siempre ha existido una suerte de menosprecio por el quehacer de los amateurs o los que solo se acercan a la literatura o las artes visuales o cualquier otra manifestación cultural como hobby. Dos enseñanzas nos deja una muestra cómo está, por un lado que aún en este otro campo puede haber practicantes serios con obras valiosas, o sea no hay que descartarlos simplemente por no ser “profesionales”, y dos, que la cultura de una sociedad, su educación no son privilegio de unos o de una sola capa o grupo profesional, sino que esta se compone de muchos estamentos, entre más comunicados estén entre sí, entre más tomen prestados elementos unos de otros, entre más se parezcan, más sólida será esa cultura, más significado tendrá atenderla, reforzarla, difundirla y defenderla, de otra manera siempre parecerá que cualquier apoyo a la cultura o es suntuario o un desperdicio.
Https://soloartesvisuales.blogspot.mx
moyssenl@gmail.com