1. Un extremista nunca se equivoca. Esa certeza es toda su coartada.
2. Propietario moral de la razón, el extremista se concede el permiso de perderla de aquí al fin de los tiempos.
3. Los extremistas solamente engañan a quien le da ilusión ser engañado.
4. El temor al error, el temor al horror, el temor al ridículo: los tres primeros miedos que pierde el extremista (no por fuerza en ese orden).
5. El extremista encuentra en el odio y la rabia un oportuno antídoto contra la compasión y un práctico anestésico de la conciencia.
6. Desde la furia cívica del extremista, lo deseable siempre es impostergable, especialmente cuando no es posible.
7. Para los extremistas, negociar es vergüenza, pactar sería un crimen y cumplir su palabra una traición.
8. No pocos extremistas lo son por herencia. Aprenden desde niños a quejarse por presuntos despojos ancestrales y ejercen el rencor a manera de culto consanguíneo.
9. Según los militantes del extremismo, el raciocinio no es más que el bastón de la obediencia ciega.
10. El extremista exhibe sus virtudes con la coquetería de quien cree poseer un alma fotogénica.
11. En el lenguaje fatuo del extremista, incluso las palabras más emocionadas son un mero ejercicio de chulería.
12. Ya sea para ejercerla o censurarla, el extremista sólo entiende la risa a partir de la burla.
13. El extremismo es un intento exasperado de capitalizar demasiados fracasos.
14. Los extremistas son rehenes del espejo. No se preguntan “¿qué hice?”, sino “¿qué tal me vi?”.
15. Desde el cerebro aséptico del extremista, albergar una duda sería contraer una infección moral que muy probablemente acabaría en gangrena.
16. No sin candor asume el extremista que su cursilería es un secreto.
17. Los extremistas son perpetuos acreedores. Nunca acabará el mundo de pagarles.
18. Ante el tribunal de su buena conciencia, el extremista es a un tiempo testigo, policía, juez, fiscal y verdugo.
19. Según sea la ocasión, la lógica extremista entiende la evidencia como calumnia o acepta la calumnia a modo de evidencia.
20. Extremista es aquel que fabrica enemigos para ganar devotos.
21. El extremismo crece y se reproduce donde la frustración se hace epidemia.
22. Los extremistas son predicadores convertidos a la piromanía.
23. Antes cambia de extremo el extremista que ceder al chantaje de la sensatez.
24. El extremismo es a la convivencia lo que la sosa cáustica a la piel de un bebé.
25. Quieren los extremistas que la imparcialidad nos avergüence.
26. ¿Cuán gordo será el ego del extremista, que se oculta detrás de todo un pueblo?
27. Los extremistas piensan que los fines más nobles son fruto de los medios más atroces.
28. De la falsa modestia a la falsa humildad, el extremista sueña con reflectores.
29. Los extremistas tienen la piel delgada y tullido el sentido del humor.
30. El extremismo busca ser gestor y ejecutor de la ley de la selva, a la vez que la voz del buen sentido. Tal es su ingenuidad y al fin su ruina.