Entre el 10 y 17 de febrero de este año, el pueblo chino celebró el Festival de Primavera, la fiesta más importante para los chinos y ventana fundamental para observar el desarrollo económico de China. Según las estadísticas, durante las vacaciones del Año del Dragón hubo un total de 474 millones de viajes domésticos realizados en China, con un consumo de 632 mil 687 millones de yuanes, lo que representa un aumento interanual de 34.3 y 47.3 por ciento, respectivamente. La recaudación en taquilla de las películas estrenadas durante la temporada del Año Nuevo Chino ha marcado un hito histórico al superar los 8 mil millones de yuanes por primera vez, y el volumen de entregas diarias en la industria de la mensajería aumentó un 82.1 por ciento en comparación con el Año Nuevo Chino de 2023. La ola de consumo durante los días festivos del Año del Dragón demostró al mundo la vitalidad de la economía china y también desacreditó las teorías de “techo” y “colapso” económico en China propagadas por una pequeña minoría de llamados “expertos académicos”. Mirando hacia el futuro, la economía china seguirá con ímpetu positivo, porque contamos con una convicción proveniente de tres aspectos:
Primero, base de desarrollo integral: China es el único país con industrias en todas las categorías de la clasificación industrial de la ONU y su valor agregado de la manufactura ha ocupado consistentemente el primer lugar en el mundo. El tamaño general, las categorías completas y la capacidad de apoyo del sistema industrial de China son suficientes para respaldar un crecimiento económico a gran escala. Los recursos humanos y de capital en China están acumulándose rápidamente, y los recursos de datos, considerados como el “nuevo petróleo” o “nueva moneda”, ocupan el segundo lugar en el mundo, lo que garantiza una mejora integral de la productividad total de la sociedad. La capacidad de innovación de China también está aumentando con rapidez, con la aplicación acelerada de nuevas tecnologías emergentes como el big data y la inteligencia artificial, y la continua aparición de nuevos productos y modelos de negocio. Se espera que el tamaño de la economía digital supere los 15 billones de dólares para el año 2027, lo que seguramente será el motor más poderoso para el continuo ascenso de la economía china.
Segundo, mercado de escala masiva: La demanda global seguirá siendo insuficiente a largo plazo y el mercado constituye el recurso de desarrollo más escaso. En 2023, el PIB per cápita de China alcanzó los 12 mil dólares, con un crecimiento real de 6.1 por ciento en el ingreso disponible per cápita de los residentes, más alto que el crecimiento del PIB de 5.2 por ciento. El grupo de ingreso medio, con más de 400 millones de personas, está creciendo rápidamente y se espera que se duplique en los próximos 10 años, lo que impulsará una fuerte mejora en el consumo. Todavía existe un gran espacio para la urbanización, y los casi 300 millones de migrantes de zonas rurales crearán una enorme demanda de vivienda, educación, servicios médicos y servicios de cuidados de la vejez en el proceso de urbanización. China también está promoviendo la transición hacia un crecimiento con bajas emisiones de carbono, lo que generará un gran incremento en el desarrollo en áreas como la infraestructura ecológica, la energía limpia, el transporte sostenible y el estilo de vida ecológico, inyectando dinamismo en el desarrollo tanto de China como del mundo.
Tercero, políticas de desarrollo sólidas: Por un lado, China ha aprendido lecciones de los efectos negativos de la política fiscal y financiera de “estímulos masivos” en algunas economías desarrolladas y se centra en fortalecer las fuerzas impulsoras internas del desarrollo en lugar de procurar un crecimiento a corto plazo con estimulación extrema y riesgos a largo plazo. Por otro lado, China sigue firme en su política de apertura al exterior, esforzándose continuamente por fomentar un entorno empresarial de primera clase caracterizado por la orientación hacia el mercado, la legalización y la internacionalización. Las puertas de China están cada vez más abiertas y dan la bienvenida a amigos de todas partes. En 2023, unas 54 mil nuevas empresas de inversión extranjera se establecieron en China, marcando un aumento de 39.7 por ciento con respecto al año anterior. La tasa de rentabilidad de la inversión extranjera directa en China alcanzó 9.1 por ciento, muy superior a las cifras de los países europeos y americanos. China también continúa promoviendo la construcción conjunta de “la Franja y la Ruta” de alta calidad, colaborando con países socios en más de 3 mil proyectos prácticos, generando una inversión cercana a un billón de dólares y aportando enormes beneficios al desarrollo mundial.
Por lo tanto, estos tres aspectos proporcionan un escenario de confianza para el desarrollo económico de China. Y una economía china vibrante no solo traerá más beneficios al mundo, sino que también demostrará convincentemente al mundo que “el próximo China seguirá siendo China”.