El 2 de agosto, ignorando la fuerte oposición y las serias gestiones de China, la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, visitó la región Taiwán de China, lo cual ha generado mucha atención en México. Aprovecho la oportunidad para exponer al pueblo mexicano la posición china al respecto.
Existe una sola China en el mundo, Taiwán forma parte inalienable del territorio chino, y el gobierno de la República Popular China es el único gobierno legítimo que representa a toda China. Esto ha sido claramente reconocido por la Resolución 2758 de 1971 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, constituyendo un consenso de la comunidad internacional, una norma básica para las relaciones internacionales y la base política de las relaciones diplomáticas entre China y otros países.
En el Comunicado Conjunto del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre China y Estados Unidos en 1979, la parte estadunidense ha prometido claramente que “los Estados Unidos de América reconoce que el gobierno de la República Popular es el único gobierno legal de China. Dentro de este marco, ambas partes están de acuerdo con que el pueblo norteamericano y el pueblo taiwanés continuarán manteniendo relaciones no gubernamentales en el terreno cultural, comercial, etc”. Siendo parte del gobierno federal de EE.UU., el Congreso debe observar estrictamente este compromiso diplomático. La visita de Nancy Pelosi a Taiwán significa una contravención considerable del principio de una sola China prometido por el gobierno estadunidense, una provocación política trascendental por la escalada de los intercambios oficiales entre EE.UU. y Taiwán, y un consentimiento y apoyo a la fuerza secesionista de la isla. A todo ello, China se opone resueltamente y condena categóricamente, y tomará, sin duda alguna, todas las medidas necesarias para defender su soberanía nacional e integridad territorial, y frustrar cualquier injerencia por parte de fuerzas externas y las intentonas de la fuerza secesionista de la isla.
En la actualidad, la situación del Estrecho de Taiwán enfrenta una nueva ronda de tensión y desafíos severos, lo cual se debe fundamentalmente a la autoridad de la isla y la parte estadunidense. Mientras la autoridad de Taiwán está obsesiva por valerse de EE.UU. para buscar la independencia, negarse a reconocer el Consenso del 1992 que muestra el principio de una sola China e impulsar la independencia gradual de la isla, la parte estadunidense procura la contención a China mediante Taiwan y envalentona las actividades secesionistas de la isla, presionando paso a paso la línea roja y la línea inferior de China. La parte china insta a la parte estadunidense a adherirse con las acciones prácticas al principio de una sola China y los reglamentos de los tres comunicados conjuntos con China, con el fin de defender los intereses generales de las relaciones binacionales y la paz y estabilidad del Estrecho de Taiwán, en lugar de desviarse cada vez más hacia un camino erróneo y peligroso.
El presidente Xi Jinping enfatizó en su llamada con el presidente estadunidense Joe Biden que el gobierno y el pueblo chinos mantienen una posición consecuente sobre la cuestión de Taiwán, y salvaguardar resueltamente la soberanía nacional y la integridad territorial de China es la firme voluntad de los más de 1.400 millones de chinos. La opinión pública no puede ser desafiada, y quien juegue con el fuego se quemará a sí mismo. Las palabras del presidente Xi transmiten un mensaje muy claro: ningún país, ninguna fuerza y ningún individuo debería desestimar la firme determinación, la fuerte voluntad y la gran capacidad del gobierno y el pueblo chinos de salvaguardar la soberanía nacional y la integridad territorial y materializar la reunificación del país y la revitalización de la nación. Cualquier intentona de desafiar el principio de una sola China está destinado a fracaso.
En la actualidad, debido a los cambios centenarios globales y la pandemia de covid-19, el mundo ha entrado en un periodo de transformación y turbulencia. Basta de dificultades y desafíos que enfrentan todos los países y la paz, la estabilidad, el desarrollo y la ganancia compartida se han convertido en la aspiración común. Todo el mundo es consciente de que las fuerzas separatistas de Taiwán y los EE.UU. son los mayores destructores de la paz y la estabilidad en el Estrecho de Taiwán. Estamos convencidos de que la comunidad internacional apoyará firmemente al principio de una sola China, rechazará a las fuerzas externas que causan deliberadamente problemas e interfieren en los asuntos internos de China, y defenderá la posición justa sobre la soberanía nacional y la integridad territorial, con el fin de salvaguardar juntos la paz y la estabilidad regionales y mundiales, y alcanzar la corriente de la historia y la aspiración del pueblo.
Zhu Qingqiao