Hace más de siete años, Edgar Guzmán Sánchez asesinó a sus padres y a la empleada doméstica de su casa, ubicada en la colonia Lindavista. El objetivo del crimen era quedarse con el negocio de transporte de la familia. Su plan no salió como esperaba, y fue sentenciado a 82 años y seis meses de prisión.
En enero de 2015, este hombre descuartizó los cuerpos de las víctimas y posteriormente introdujo los restos en bolsas de plástico transparentes, las cuales metió en una camioneta.
El vocero de la Fiscalía de la Ciudad de México, Ulises Lara, dio a conocer que un juez con sede en el reclusorio Oriente determinó la responsabilidad de Guzmán Sánchez en dichos homicidios, por los cuales también deberá pagar conceptos como reparación del daño, indemnización y gastos funerarios.
“Las investigaciones señalan que, en enero de 2015, las víctimas se encontraban en el domicilio referido, donde fueron sometidos, privados de la vida y, posteriormente, depositados en bolsas de plástico que fueron colocadas en un vehículo estacionado en la cochera, sitio donde fue detenido”, expuso.
En un mensaje a medios, detalló que, según las investigaciones, familiares de los padres de Edgar Guzmán, quienes habitaban en Puebla, se trasladaron al entonces Distrito Federal tras perder comunicación con las víctimas, y después de que el sentenciado les había dicho que estaba en Guanajuato.
“Tras notar que había movimiento en el domicilio de los hechos, decidieron ingresar y encontraron a Edgar con un arma calibre .38, así como los cuerpos de sus familiares y la empleada doméstica”, resaltó.
Posteriormente, Edgar Guzmán fue detenido por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal.
DMZ