El año pasado Mayra Aguilar fue extorsionada en Ecatepec y la manera en que el delincuente se presentó para forzarla a pagar 54 mil pesos se quedará grabada como su peor pesadilla.
“Entra un hombre alto, pelón y con barba y se presenta conmigo: ‘soy Erasmo Pérez Garnica, alias El Cholo. A mí me acusaron de matar a Paco Stanley y no estoy jugando. El señor es mi cliente y si él dice que usted tiene que pagarle, lo debe hacer, si no asesino a su familia’. Y que me enseña fotos”, cuenta a MILENIO.
El Cholo estuvo preso dos años, porque las autoridades lo vincularon al asesinato del conductor Paco Stanley en 1999. Quedó en libertad por falta de pruebas y hasta le crearon su historieta erótica: La neta del Cholo, en la que se narraban sus anécdotas en prisión.
Diecisiete años después de ese caso vuelve a la cárcel: ahora está en el reclusorio de Chiconautla.
Mayra es promotora y acomoda producto de las marcas para las que trabaja en supermercados de Ecatepec. Ahí la ubicó Fernando Telésforo Morales Tinoco, de 49 años, socio de El Cholo, de 61.
Fernando intentó cortejarla para que dejara a su familia y se fuera vivir con él, pero después vinieron las extorsiones, las intimidaciones, los golpes y las amenazas.
Durante 12 meses El Cholo y Fernando cobraron bajo amenazas 3 mil pesos mensuales, lo único que Mayra podía pagar. Siempre la citaban en el mismo lugar, el Toks de Plaza Aragón, por lo que un día se armó de valor, decidió denunciar y confirmar a la policía que la habían citado el sábado 3 de septiembre del año pasado para cobrar 54 mil pesos.
Días antes la habían ultrajado. Cerca de ese restaurante “me golpearon, me patearon y me amenazaron con un arma en la cabeza para que les pagara. Me dieron esa fecha para pagarles”, refiere. Entonces le hicieron firmar un pagaré.
“Siempre les entregaba 3 mil pesos, pero El Cholo me dijo que estaba harto de miseria, que él quería 54 mil pesos y si no se los entregaba yo iba a tener muchos problemas”.
En un operativo encubierto, policías ministeriales del Estado de México detuvieron a las 6 de la tarde de aquel sábado a Fernando y El Cholo. “Los policías estaban muy cerca de nosotros comiendo y cuando les entregué un sobre los arrestaron”, narra Mayra.
Mayra tiene miedo de represalias. Dice que pese a estar en prisión, gente de El Cholo continúa llamándola por teléfono e incluso algunos compañeros del trabajo le dicen que les han ofrecido dinero para testificar contra ella. Además teme que salgan de prisión por el pagaré que le obligaron a firmar.
La fiscalía del estado le envió dos ministeriales, quienes acuden cinco veces al día a las casas de la mamá y los suegros de Mayra para estar al pendiente de ella y sus familias.
“Tengo mucho miedo. Sueño que están en mi sala con mis hijos. Sueño que salen de prisión. Esto no es vida. Maldigo el día en que los conocí”.
El Cholo está acusado de un delito grave y puede pasar hasta 40 años en prisión.
Nota publicada en 2017.