Al mes son robadas 20 reses en los ejidos más alejados del municipio de Altamira, como en Santa Juana, Mariano Matamoros, San Antonio, de la Gloria, Amalia Solórzano, por mencionar algunos.
Así lo indicó el primer síndico, Serapio García Martínez. Los productores ganaderos ante esta problemática exigen más seguridad para evitar que el robo de reses siga en aumento.
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Según García Martínez, sujetos a bordo de camionetas irrumpen en los ranchos durante la madrugada y se llevan el ganado, en algunos casos sacrifican a los animales en el lugar y solo transportan la carne.
A pesar de que hay vigilancia por parte de la Policía Estatal, los elementos de la seguridad no se dan abasto para realizar rondines tanto en la zona urbana como en la zona rural.
El síndico recordó que hace tiempo existió una policía rural por lo que de nueva cuenta se está solicitando el apoyo con las autoridades para que se formen estos grupos de seguridad para disminuir el abigeato en ese sector. “La policía rural era buena para inhibir todo tipo de delito”, comentó el síndico.
JACM