María del Carmen y su esposo estaban tan ilusionados con la llegada de su hijo, y sólo esperaban el momento en que naciera, para tenerlo en sus brazos.
Fueron nueve meses de esperanza y de cuidados, pero al final perdieron al bebé, aparentemente a causa de la negligencia y falta profesionalismo de al menos dos médicos del hospital Metropolitano.
La joven de 19 años comentó que la mañana del pasado 10 de julio acudió al nosocomio, al sentir los fuertes dolores, pero los médicos le indicaron que aún no era tiempo de practicarle la cesárea.
Le recomendaron regresar a casa, pero las molestias eran para ella insoportables, por lo que decidió esperar a que la atendieran, ya entrada la noche.
“Entonces ya, al momento de ingresar más tarde, como a eso de las 22:00, me dicen que ya el bebé está muerto, nada más. Que fue todo lo que ellos pudieron hacer”, dijo.
Durante la gestación su bebé gozó de buena salud. Ella siempre se cuidó y alimentó bien, por lo que tan sólo esperaba el alumbramiento.
Inexplicablemente perdió a su hijo, considera, por la negligencia y falta de sensibilidad de dos médicos, hombre y mujer.
“Nunca se prestó el servicio como era. La doctora Ivonne Pérez no, nunca prestó su servicio como era. Nunca preguntó si el dolor era mucho”, recalcó la vecina de Lagos de Zirándaro, en Juárez.
Ella y su marido ya recurrieron a las instancias legales para que se haga justicia. Presentaron una denuncia penal, por lo que ellos consideran un asesinato.
“No fue que el bebé se haya muerto accidentalmente, o porque no haya tenido un control, o sea fue por culpa de ellos… fue culpa de ellos”, agregó.
Algo que a la familia le parece por demás extraño es que, durante los últimos meses de la gestación, en los estudios ecográficos se reveló que esperaban una niña.
El día del alumbramiento, al que el producto no pudo sobrevivir, les dijeron los doctores que se trataba de un varoncito.
“Ya estaba toda su ropa, porque supuestamente era niña. Ya teníamos todo rosa. Su cuarto pintado, todo, y al último para que ellos nos hicieran eso… pues no”, concluyó.
Por petición de los padres, al pequeño no le practicaron estudios forenses. En el certificado de muerte fetal, expedido por la Secretaría de Salud, se asentó como causa del fallecimiento una insuficiencia placentaria y ruptura uterina.
Otra situación que lamenta María del Carmen es que, debido a las lesiones que sufrió por la falta de atención, quedó imposibilitada para procrear.