El 4 de julio de 1997, el cártel de Juárez sufrió una baja significativa en su estructura; su líder, Amado Carrillo Fuentes, fue declarado muerto. La figura del capo cobró relevancia en el mundo del narcotráfico en México al liderar una organización delictiva cuyos tentáculos midieron fuerza con cárteles como el del Golfo, Sinaloa y Tijuana.
Amado Carrillo Fuentes logró burlar el cerco de la autoridad y comenzó a transportar cocaína por el país de una manera peculiar. Bastó armar una flota de aeronaves con las que revolucionó el imperio del narco y movió toneladas de droga; estrategia que le valió el apodo de El Señor de los Cielos.
¿Quién era Amado Carrillo Fuentes?
El capo nació en Navolato, Sinaloa, el 17 de diciembre de 1956. Amado llegó a fortalecer las operaciones de la organización criminal con ayuda de funcionarios del gobierno federal, entre ellos el militar José de Jesús Gutiérrez Rebollo.
El Señor de los Cielos fue sobrino de Ernesto Fonseca Carrillo, Don Neto, capo fundador del cártel de Guadalajara. Además, era ubicado como un hombre cercano a Pablo Escobar, líder del cártel de Medellín, en Colombia.
Donde pudo pasar desapercibido fue en Argentina; ahí invirtió 21 millones de dólares para asentarse con su familia, tras sobrevivir a un atentado planeado por los hermanos Arellano Félix. No obstante, se cree que para evadir a la policía y no ser detenido, Amado Carrillo Fuentes intentó cambiar su apariencia con una cirugía plástica.
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El capo acudió al Hospital de Santa Mónica, en la Ciudad de México, para someterse a un procedimiento para cambiar su rostro y, de paso, hacerse una liposucción, pero murió durante la intervención médica.
Dos años después de muerto, en 1999, las autoridades mexicanas, con el impulso de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) denunciaron que Carrillo Fuentes y sus sucesores habían invertido parte de su fortuna en distintas provincias argentinas. Su fortuna fue de 25 mil millones de dólares.
Con información de El Clarín y Agustín Ceruse
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