Luego de que se anunciara la reapertura del caso sobre el asesinato del agente de la Administración para el Control de Drogas, DEA, Enrique 'Kiki' Camarena, ocurrido en febrero de 1985, una corte en Estados Unidos comenzó a revelar más información sobre la posible inclusión de nuevas pruebas científicas, además de la búsqueda de testigos en el extranjero.
El avance de los laboratorios criminalísticos han logrado resolver decenas de crímenes ocurridos hace 20, 40 y hasta 60 años. El desarrollo tecnológico que permitió secuenciar hace casi dos décadas los 3 mil millones de pares de bases de ADN, los cuales incluyen el genoma humano, ha dado resultados sorprendentes en las técnicas forenses y de investigación.
Está el caso de una niña hispana estrangulada hace dos décadas en un contenedor de basura en la ciudad de Nueva York, el cual ya fue resuelto gracias a análisis genéticos. Del mismo modo se ha hallado justicia en casos de violaciones, homicidios, niños robados, bebés intercambiados…
Entre las nuevas técnicas para esclarecer asesinatos se realizan pruebas moleculares de ADN en las células de una muestra biológica, para establecer la genética única así como pruebas de identidad con secuencias comparadas de ADN.
Desde el pasado 29 de marzo MILENIO reveló que el juicio que se llevó a cabo hace casi 40 años por el asesinato del agente de la oficina antinarcóticos de Estados Unidos, tendría que reabrirse luego de que un juez federal determinó que el Buró Federal de Investigaciones, FBI, presentó evidencias falsas que afectaron el proceso.
En un documento recién ingresado al expediente del caso, un juez federal en California reveló que la fecha límite para dar inicio el juicio es el próximo 23 de septiembre de 2023, porque se reconoce que se necesita tiempo dadas las complicaciones que pueden ser abundantes, “complejas e inusuales”.
Aunque en un principio se habían planteado solo 70 días para que iniciara el juicio, esta semana el juzgador lo extendió hasta 180 días más, para dar tiempo a la conversión a formatos digitales de todos los documentos del caso.
“Los hechos de este caso surgieron principalmente en 1984 y 1985, y los documentos del juicio se crearon en el formato y los medios contemporáneos hasta el período entre 1984 y 1990, por lo que se requerirá un tiempo de procesamiento extenso para digitalizarlos y hacerlos compatibles con la tecnología actual”, reconocen.
Pero este no es el único obstáculo que se enfrentará en el caso por homicidio de 'Kiki' Camarena: es probable que las partes necesiten identificar, ubicar y entrevistar a testigos, muchos de los cuales pueden radicar en países extranjeros. Otra preocupación radica en que algunos de ellos ya estén muertos.
“La gravedad de los cargos, el voluminoso descubrimiento, la necesidad de identificar, ubicar y entrevistar a los testigos, e inclusive muchos de ellos fallecieron”, merece más dilación en el armado del caso con nuevas evidencias, señala el documento judicial.
Entre los testigos que ya murieron y que era una pieza clave, de alto nivel, se encuentra Rubén Zuno Arce, que era cuñado del ex presidente de México, Luis Echeverría Álvarez, y quien falleció en una prisión estadunidense luego de ser sentenciado a cadena perpetua por su involucramiento en el asesinato de Camarena.
Personajes del mundo criminal implicados que se encuentran recluidos en prisiones de máxima seguridad donde el acceso se ha vuelto prácticamente imposible, son los mexicanos Rafael Caro Quintero o Miguel Ángel Félix Gallardo. Otro de los involucrados sería Ernesto Fonseca, ex capo que se encuentra en prisión domiciliaria por su delicado estado de salud.
Nuevas pruebas moleculares
Cabe recordar que el juez federal John A. Kronstadt ordenó reabrir el juicio por el asesinato del agente de la agencia antidrogas, luego de que uno de los dos últimos sentenciados por el crimen, Raúl López Álvarez, un ex policía judicial de Guadalajara –ciudad donde torturaron y asesinaron al agente de la DEA–, demostrara que su proceso no fue realizado con apego a la ley debido a una serie de irregularidades cometidas por personal técnico del FBI.
Las sentencias dictadas en Estados Unidos contra los acusados por el asesinato de Camarena, cometido el 9 de febrero de 1985, se sustentaron en evidencias que, hoy se sabe, fueron defectuosas y presentadas por un agente corrupto del FBI, Michael Malone, entonces jefe de la Unidad de Pelos y Fibras del Laboratorio de ese cuerpo federal de investigación.
Entre las técnicas usadas en aquel entonces se encontraba la de recoger con una aspiradora cabellos y fibras en los lugares de los hechos. Después, en el laboratorio, se seleccionaban fibras desconocidas y se determinaba de qué tipo eran, artificiales o naturales, y se ponían bajo microscopio.
Michael Malone, durante el juicio para sentenciar a los acusados, explicaba: “Y entonces las comparamos con una fuente conocida. Al hacerlo voy a tratar de establecer si este artículo proviene de esa fuente”, es decir del cabello de los detenidos, sostenía.
Hoy el juez ha revelado que como parte de este nuevo juicio, y debido a que las técnicas científicas han avanzado desde 1985, es probable que las partes realicen un examen científico adicional de las pruebas físicas. Entre las nuevas técnicas para esclarecer asesinatos se realizan pruebas moleculares de ADN en las células de una muestra biológica, para establecer la genética única así como pruebas de identidad con secuencias comparadas de ADN.
El Tribunal consideró lo “inusual y complejo” de este caso debido a la base de presentaciones anteriores, la naturaleza de la acusación, el hecho de que los crímenes ocurrieron en 1984-1985, la gravedad de los cargos, el voluminoso descubrimiento, la necesidad de identificar, ubicar y entrevistar a los testigos y la probabilidad de que se realicen testimonios científicos adicionales sobre la evidencia física.
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En el documento al que tuvo acceso MILENIO, El juez señaló que “además, es probable que las partes necesiten identificar, ubicar y entrevistar a testigos, muchos de los cuales pueden estar ubicados en países extranjeros. Además, dado que las técnicas científicas han avanzado desde 1985, probablemente será necesario que las partes deban realizar un examen científico adicional (nuevo) además de las pruebas físicas (que se presentaron durante esos años)”.
“Basado en presentaciones anteriores en este caso, la naturaleza de la acusación, el hecho de que los delitos ocurrieron en 1984-1985, la gravedad de los cargos, el descubrimiento voluminoso, la necesidad de identificar, localizar y entrevistar a los testigos (muchos de los cuales han fallecido o en países extranjeros), y la probabilidad de que se realicen testimonios científicos adicionales sobre evidencia física, la Corte también determina que este caso es 'tan inusual' y 'tan complejo'”.
El mentiroso Raúl, clave para reabrir el juicio
La historia de Raúl López, el ex policía judicial, parece sacada de una película de ficción: fue un colaborador de poca monta que trabajaba para Ernesto Fonseca Carrillo, fundador del Cártel de Guadalajara, el más poderoso del país en los años ochenta.
Según sus propias palabras, se hizo de la confianza de 'Don Neto' y de su socio, Rafael Caro Quintero. En el contexto que rodeó al asesinato del agente Camarena, López fue encarcelado en 1985 e ingresado al Reclusorio Norte, donde compartió celdas con otros empleados de bajo rango del cártel de Guadalajara. Y aquí comenzó su fanfarroneo.
Se dedicó a contar entre sus compañeros de celda que había participado en el secuestro de un agente extranjero, abiertamente se describía como un tirador excelente, un hombre fiel, la mano derecha de sus patrones. López Álvarez fue liberado por falta de pruebas pero sus historias llegaron a los oídos de otro reo, que rápidamente fue a la DEA y vendió la información.
Raúl López, fuera de prisión, siguió presumiendo tener experiencia en “levantar”, dar toques eléctricos y asesinar “con tiro de gracia” o “cuchillo” a sus víctimas al "Camarena style". Fue detenido en Estados Unidos en un operativo encubierto, lo encarcelaron y recibió cuatro sentencias consecutivas de 60 años, más una paralela de cadena perpetua.
Pero en marzo de 2023 un juez en California ordenó repetir todo el juicio de Raúl López Álvarez y anular sus sentencias debido a que el agente del FBI y sus subordinados realizaron análisis científicamente insostenibles en el lugar donde Camarena fue asesinado, una casa en la calle Lope de Vega de la capital tapatía. Se demostró que Malone y su equipo ofrecieron testimonios exagerados e inexactos.
“Por sí solo, el testimonio de Malone de que se encontró cabello de Camarena en estos lugares no implicó directamente a Raúl Lopez. Sin embargo, al ver la evidencia en el contexto de todo el expediente, el testimonio de Malone apoyó significativamente la inferencia de que las declaraciones de López Álvarez a Reynoso y Reyes García (un agente de la DEA y un testigo que lo inculparon) eran veraces, y socavaron la defensa del peticionario de que estaba fanfarroneando o repitiendo lo que escuchó o leyó”, dijo el juez federal en un documento previo, fechado el 23 de febrero de 2023.
Hasta la fecha Raúl López asegura que todo fue una mentira que inventó para quedar bien con sus compañeros de celda. Dice que pudo recrear el asesinato de 'Kiki' Camarena porque en la cárcel tenía revistas que contenían información sobre estos asesinatos. El ex policía asegura que todo fue producto de sus lecturas y su imaginación.
Ahora existirá la posibilidad, en caso de realizarse análisis genéticos de las pruebas físicas que se hayan conservado luego de 38 años y cotejarlos con algunos testimonios, de esclarecer parte de la realidad que ocurrió en aquella casa de Lope de Vega, en la capital jalisciense.
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