El arzobispo de la diócesis de Oaxaca, Pedro Vasquez Villalobos, consideró que para los femicidas debe haber castigo porque se trata de un crimen de gran pecado, pero no el infierno, porque puede haber una “reconversión”.
¿Si el cielo no es para los feminicidas, el infierno es para ellos?
“..Bueno, el pecado nos aparta de dios, pero no olvidemos que Dios también tiene misericordia y no nos olvidemos de que puede haber una reconversión, ojalá y ya se conviertan los feminicidas y ya no maten a una mujer”.
Luego de encabezar la homilía dominical en la catedral metropolitana, donde en las puertas de la catedral se reportó una protesta de mujeres, y donde el clamor fue a favor de poner fin a la violencia de género y a los femicidios, el obispo lanzó reiterados llamados a la paz y la justicia.
Pidió que los hombres, cambien de actitud, de mentalidad y respeten a las mujeres.
“Nosotros no valemos más que la mujer, por una mujer nosotros tenemos vida, ella nos cargó en su vientre y toda mujer merece ser respetada, porque es madre o por que va a ser madre, entonces, merecen el respeto, pero a veces hay unos hombres que se ciegan, que se cierran su corazón y acaban con la vida de los demás, y eso ante dios es un crimen, es un gran pecado.”, consideró.
Vasquez Villalobos, dijo que además de acabar con la impunidad a los feminicidas en las leyes del hombre, debe haber una gran conciencia social, una reeducación de la sociedad de los hombres, varones, desde pequeños, en su infancia para que aprendan a respetar a las mujeres.
“Es tiempo de decir a dios, ponerle un alto a la violencia contra las mujeres, para que puedan andar en las calles, en libertad, sin tanto miedo, de que va ser agredida, insultada, o le van a decir cosas que le averguenzen, ojalá se acabe esto y la sociedad aprenda a respetar a todas las mujeres”.
Acuadirá por primera vez a la Guelaguetza del magisterio
El arzobispo de Oaxaca, Pedro Vasquez Villalobos, dijo que como no ha sido invitado a la Guelaguetza oficial, lo hará a la que es gratuita y popular que es la que organiza la sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
“Si puedo voy, pero ya he ido varias veces, creo que hay que dejar el lugar para que vayan otros.” dijo el religioso.
El prelado consideró positivo que Oaxaca festeje sus fiestas, y su Guelaguetza en paz, luego de la amenaza que hubo en contra para intentar sabotearlas.
“Es un momento muy interesante para el que vivimos en Oaxaca, por que se trata de un momento de gran alegría, y de compartir con los hermanos y con la gente que nos visita de todas partes.
Ojalá que esto nos ayude a llenarnos de alegría de paz, de gozo y a participar de la amistad y paz verdadera”.
VRM