En los últimos cuatro años han sido aseguradas 17 mil 407 tomas clandestinas en 24 de las 32 entidades del país, lo que ha dejado pérdidas al estado mexicano cercanas a los 159 mil 967 millones de pesos.
El problema se focaliza en el estado de Puebla, donde se aseguraron del 1 de enero del 2014, al último día del mes de febrero del presente año, 2 mil 881 tomas clandestinas, en segundo lugar se ubica Guanajuato, con 2 mil 866, y en el tercer puesto se posiciona Tamaulipas, con 2 mil 702.
Dichos datos provienen de la respuesta a una solicitud de transparencia formulada a Petróleos Mexicanos (Pemex), en la cual se cuestionó sobre el número de tomas clandestinas aseguradas en el país durante los años 2014, 2015, 2016 y hasta el mes de febrero del 2017. La cuarta entidad federativa con más ordeñas a ductos es Veracruz, con mil 443, en quinto sitio se localiza el Estado de México, donde la estadística marca mil 347, el sexto peldaño es para Jalisco, con mil 126 tomas clandestinas.
Tabasco e Hidalgo, sumaron 815 y 803 respectivamente, mientras que en Sinaloa se han contabilizado 680, en Nuevo León 440, Oaxaca y Michoacán igualan cifras con 352, Baja California 350, Querétaro 277, y en Tlaxcala se reportaron 219, por su parte, en Chihuahua fueron 149, y Coahuila sumó 161.
En Sonora 96, mientras que en Durango se reportaron 85, en Zacatecas 57, San Luis Potosí 40, en la Ciudad de México 35, mientras que tanto Aguascalientes como Chiapas reportaron 12.
El oro negro
De igual manera se informó que Pemex ha perdido entre 2009 y 2016, 159 mil 967 millones de pesos, dicha cifra es equivalente a 14 mil 652 millones de litros de combustible. El año con más pasivos fue el 2016, cuando del 1 de enero al 31 de diciembre, se esfumaron recursos por el orden de los 2 mil 282 millones de pesos, producto de las 6 mil 873 ordeñas detectadas en los 24 estados anteriormente mencionados.
Por su parte, la Procuraduría General de la República (PGR) informó que del 2014 al 2017, se iniciaron a nivel nacional 9 mil 552 averiguaciones previas o carpetas de investigación por robo de hidrocarburo, es decir, en 7 mil 855 casos el delito quedo impune, según datos emitidos por la unidad de transparencia de la PGR.
Las Leyes
De nada sirvió el endurecimiento de penas para quien venda gasolina robada
El 12 de enero del 2016, se publicó en el Diario Oficial de la Federación, el decreto para prevenir y sancionar los delitos cometidos en materia de hidrocarburo.
De acuerdo con el artículo 8 de la citada ley, “se sancionará con pena de 15 a 25 años de prisión y multa de 15,000 a 25,000 días de salario mínimo vigente en el lugar de los hechos a quien:
I. sustraiga hidrocarburos, petrolíferos o petroquímicos, de ductos, vehículos, equipos, instalaciones o activos, sin derecho y sin consentimiento de asignatarios, contratistas, permisionarios, distribuidores o de quien pueda disponer de ellos con arreglo a la ley.
I. Aproveche hidrocarburos, petrolíferos o petroquímicos, sin derecho y sin consentimiento de asignatarios, contratistas, permisionarios, distribuidores o de quien pueda disponer de ellos con arreglo a la ley.
Artículo 9.- Se sancionará a quien:
I. Compre, enajene, reciba, adquiera, comercialice o negocie hidrocarburos, petrolíferos o petroquímicos, sin derecho y sin consentimiento de asignatarios, contratistas, permisionarios, distribuidores o de quien pueda disponer de ellos con arreglo a la ley.
II. Resguarde, transporte, almacene, distribuya, posea, suministre u oculte hidrocarburos, petrolíferos o petroquímicos, sin derecho y sin consentimiento de asignatarios, contratistas, permisionarios, distribuidores o de quien pueda disponer de ellos con arreglo a la ley.
III. Altere o adultere hidrocarburos, petrolíferos o petroquímicos sin derecho y sin consentimiento de asignatarios, contratistas, permisionarios, distribuidores
Puebla, el edén para “los guachicoleros”
Puebla es la entidad donde más tomas clandestinas se han detectado en los últimos cuatro años, con 2 mil 881. De acuerdo con reportes periodísticos, la actividad delictiva se concentra en los municipios de Tepeaca, Acatzingo, Quecholac, Tecamachalco, Palma de Bravo, Tlacotepec de Benito Juárez, Esperanza, San Matías Tlalancaleca, Xoxtla y Texmelucan.
El combustible robado, también conocido coloquialmente con el nombre de “guachicol”, se oferta a la vista de todos, a pie de carretera en improvisados puestos o bien en fincas que alguna vez estuvieron abandonadas.
La Unión de Gasolineras Unidos del Estado de Puebla advirtió del cierre de varias gasolineras porque la gente ya no compra el combustible en las despachadoras, si no con “los guachicoleros” (vendedores de gasolina robada), donde la adquieren hasta 50 por ciento más barata de su precio real.
En Guanajuato ocurre algo similar a lo que se vive en Puebla. Los municipios con alta incidencia son: San Francisco del Rincón, Irapuato, León, Silao, Valle de Santiago y Purísima del Rincón.
MC