El subcomandante de la Policía Municipal de Tecate, Humberto Sosa Contreras, fue emboscado y asesinado a balazos mientras conducía su camioneta particular en la carretera Tecate-Mexicali.
El ataque, que sucedió a plena luz del día, generó una intensa movilización de las autoridades en la zona. De acuerdo con los primeros informes, Sosa Contreras circulaba cerca de la colonia Hacienda Tecate, conocida también como San Pablo, cuando su vehículo fue interceptado por civiles armados, quienes dispararon en repetidas ocasiones.
El vehículo del oficial quedó embancado a un costado de la calle Pirules, mostrando impactos de bala en el lado del conductor, el parabrisas y el asiento del copiloto.
Las autoridades locales fueron alertadas por vecinos de la zona, quienes llamaron al número de emergencias 911 tras escuchar los disparos cerca de una escuela local.
Este suceso desató un despliegue de las fuerzas de seguridad.
Detenidos y operativo tras el ataque
Tras el ataque, la Fiscalía General del Estado (FGE) confirmó para MILENIO que Sosa Contreras fue trasladado con urgencia a un hospital local, donde murió debido a la gravedad de las heridas.
A raíz de este asesinato, las fuerzas de seguridad implementaron un operativo en la región con el objetivo de capturar a los responsables.
Horas después, las autoridades lograron la detención de cuatro personas que se trasladaban en dos vehículos diferentes y que, según las investigaciones preliminares, están presuntamente vinculadas con el atentado.
Aunque aún no se confirmó el móvil del ataque, la Fiscalía continúa recabando pruebas y testimonios para esclarecer las circunstancias exactas en las que ocurrió el crimen.
Violencia en Tecate
Este asesinato se produjo en un contexto de creciente violencia en el municipio de Tecate, donde los enfrentamientos entre grupos delictivos han escalado en los últimos meses.
Horas antes del asesinato del subcomandante, una manta con amenazas dirigidas a la Policía Municipal fue colocada en un lugar público del municipio.
La manta contenía advertencias a los oficiales que, supuestamente, colaboraban con un grupo criminal, lo que levantó sospechas de que el ataque contra Sosa Contreras podría estar relacionado con estas amenazas.
La presencia de grupos delictivos en la región ha sido un problema persistente para las autoridades locales, que enfrentan constantes desafíos para mantener el orden.
MO